TENANCINGO, Méx.- El crecimiento de las ciudades y actividades tan simples como la construcción de casas habitación, así como el desarrollo de infraestructura sin previo análisis por parte de especialistas, puede originar la destrucción del patrimonio histórico, principalmente de sitios arqueológicos, sostuvo el académico de la Licenciatura en Arqueología del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México, Rubén Nieto Hernández.
Por tanto, indicó el experto universitario, en nuestro país la investigación y conservación del patrimonio en esta materia se convierte en una función necesaria, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Con la creación de la carrera en Arqueología en septiembre de 2003, abundó, la Máxima Casa de Estudios mexiquense se sumó a esta iniciativa, puesta en marcha desde hace décadas por el INAH, para responder a la necesidad de contar con especialistas en el área.
Debido al número de sitios arqueológicos que existen en el país, puntualizó Rubén Nieto Hernández, se requiere formar profesionistas que investiguen y analicen la situación del patrimonio arqueológico.
Incluso, indicó el universitario, paraestatales como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad requieren incorporar la figura del arqueólogo a sus actividades cotidianas, sobre todo por los trabajos de exploración.
Destacó que el campo de trabajo de un arqueólogo, además del INAH, comprende también alternativas como el sector privado y los institutos de cultura de los ámbitos estatal y municipal, así como las instituciones de educación superior; incluso, algunos municipios cuentan ya con la figura del “Arqueólogo Municipal”.
Para la UAEM, resaltó Rubén Nieto Hernández, significa una gran responsabilidad académica formar a los especialistas de la conservación de un legado irremplazable, ya que “con la pérdida del patrimonio arqueológico se pierden también páginas de la Historia”, concluyó Rubén Nieto Hernández.