CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- En el marco de un homenaje a Carlos Fuentes, la embajada de México aquí develó hoy una placa en su fachada en honor del gran escritor mexicano, quien fue además representante diplomático en Francia, país en el que se encuentra enterrado y donde es leído, querido y admirado.
La placa conmemorativa fue develada por la viuda del autor, la periodista Silvia Lemus, en compañía del embajador mexicano aquí, Juan Manuel Gómez Robledo, autoridades francesas e intelectuales amigos de la pareja, entre otros.
Colocada en la entrada de la residencia del embajador, en el número 20 de la avenida del Presidente Wilson de la Ciudad Luz, lleva inscrita, en francés: “Carlos Fuentes 1928-2012. Escritor y Embajador de México en Francia, vivió en esta casa entre 1975 y 1977. La última patria de un latinoamericano es Francia”.
El evento se enmarca en un gran homenaje al escritor, cuya tumba se encuentra en el cementerio parisino de Montparnasse, y que tuvo como punto culminante una conferencia celebrada en el Instituto Cervantes de París sobre las facetas como escritor, diplomático y pensador político del intelectual mexicano.
La mesa estuvo conformada por el escritor y académico francés, Jean d’Ormesson, la catedrática de la Universidad de la Sorbona, Florence Olivier, el periodista y escritor Alan Riding, y el subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza.
“Carlos Fuentes fue uno de los principales y más destacados embajadores culturales de México en Francia y de Francia en México”, declaró en la mesa redonda el subsecretario y exembajador de México en Francia, Carlos de Icaza.
“Representó con excelencia la cultura nacional en el exterior y contribuyó a definir el carácter de las letras mexicanas y latinoamericanas, otorgándoles una gran resonancia internacional”, añadió De Icaza en la sede parisina del Cervantes, que dedicó a Fuentes hace años un recorrido en París consultable en su portal web Rutas Cervantes.
“Me ha emocionado saber que a Fuentes le gustó la Ruta Cervantes que le dedicamos y que el sentía que este Cervantes y cualquiera de los repartidos por el mundo eran, son y serán su casa”, declaró de su lado el director del Instituto Cervantes de París, Javier Muñoz.