CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- El actor mexicano Diego Luna se jacta de no ser partícipe de la corrupción, pero aceptó que en ocasiones, la fama lo obliga a adentrarse en ella.
“Me jacto de no entrarle a la corrupción, pero la impunidad de la fama también es una forma de corrupción, porque no das un moche, pero sí un autógrafo o concedes una foto y, entonces, se abre una puerta”, expresó en entrevista con Notimex.
La fama, dijo, acostumbra a que cuando se acude a un lugar, te dejan pasar de inmediato sin necesidad de hacer fila.
“Sin darte cuenta, siempre te toca la mejor mesa y es más fácil preguntarse: ‘ah, chin… y ¿cómo le hice?’, o ‘¿cómo le hago para estar en la sección de no fumar y estar fumando?’ Esto no le pasa a cualquiera y de eso no se trata, ese no es el regalo más grande de mi trabajo, al contrario, es el que me hace chiquito”.