NAUCALPAN, Méx.- La noche del 7 de marzo de 2014, la vida de la doctora Rosa Silvia Delgado Monroy, cambió para siempre, en un instante, lo que tardó una bala en viajar del cañón de una pistola a su cabeza.
Rosa Silvia llegaba a la puerta de su casa, cuando se le acercó un joven para asaltarla, “en ese momento recibí un impacto de arma de fuego en región occipitotemporal (detrás de la cabeza) del lado izquierdo, sentí que el cuerpo perdió sensibilidad y motricidad; quedé boca abajo inmóvil, pero nunca perdí el conocimiento”.
Los médicos le salvaron la vida, pero no pudieron revertir el daño causado por la bala, quedó cuadripléjica, dependiendo totalmente de sus hermanos y su madre, pero el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Naucalpan, le brindó el apoyo que necesitaba.
Con gran valor, Rosa Silvia se dispuso a luchar por darle un nuevo sentido a su existencia, con rehabilitación recuperó el movimiento de una de sus manos, deseaba reinsertarse a la vida productiva, ser útil a la sociedad y dejar de ser una carga para su familia. El DIF Naucalpan le ofreció un empleo de acuerdo con su condición.
“El trabajo que se me ofrece es de captura y análisis, debido a que no me puedo moverme, lo realizo vía electrónica, por medio de archivos, donde se pueden enviar datos y el análisis de los mismos”, nos platica la doctora Delgado Monroy.
“Estoy a gusto con mi empleo, puedo realizarme. El DIF ha significado seguir teniendo esperanza de vida y poder ayudar a mi familia y a la comunidad”, concluye Rosa Silva acostada en su cama en la sala de su casa, donde “ve pasar el tiempo” con una sonrisa.