Faltan 362 días para que termine el gobierno de Felipe Calderón y, como todos los inquilinos de Los Pinos, ha comenzado la crisis del llamado último año de los presidentes.
Como parte de ese estado anímico, que suele no ser el ideal para los mandatarios especialmente cuando comienza la cuenta regresiva o progresiva – un día menos o un día más, según como se le vea-, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa confirmó el jueves que lo suyo, lo suyo, es la religión.
Pese a la separación Iglesia-Estado, que los 70 años priístas se encargaron de mantener, y el ex presidente Vicente Fox de romper, “como parte de una nueva democracia y apertura”, decía, arrodillado ante Juan Pablo II y besando su anillo papal, Calderón Hinojosa dijo el jueves en Durango que Dios lo puso en el camino de enfrentar a los criminales y situaciones tan complicadas, similares a las diez plagas de Egipto:
“Caray, han sido años muy duros para todos, yo lo sé, yo lo sé.
“Nos ha tocado vivir la peor crisis económica mundial que le haya tocado vivir a una generación. Es la primera vez que no tenemos una crisis económica que haya nacido aquí.
“Nos ha tocado enfrentar eso y ahí vamos. Y luego ¿qué nos pasó?
“Vino el virus de la influenza. ¿Cuándo se ha visto que salga un virus nuevo que no se conocía en el mundo?. ¡Aquí, precisamente, en México, para colmo, en la ciudad más poblada del mundo, la Ciudad de México!. Luego, ahora, la peor sequía. Un poco son como las plagas de Israel, las plagas de Egipto.
“Y creo, amigas y amigos, que lo importante es no arriesgarse. Dios sabe por qué hace las cosas y, también, Dios sabe por qué nos llama a cada una o a cada uno de nosotros a enfrentar determinadas circunstancias”.
Sangre, ranas, mosquitos, animales silvestres, peste, úlceras y salpullido incurable, granizo de fuego y hielo, langostas, oscuridad y muerte de los primogénitos fueron las plagas o calamidades que cayeron sobre Egipto para que el faraón dejara partir a los hebreos, según el Antiguo Testamento.
¿Qué tal?
¡Cuánta razón tiene mi cuate Rodolfo El Negro Montes, en su libro La Cruzada de Calderón, en el que revela las ligas del michoacano con Casa Sobre la Roca, organización religiosa que ha dirigido su camino junto a Dios en Los Pinoles, tal como sucedió con Vicente Fox, que hasta el estandarte de la Virgen de Guadalupe utilizó -¿lo recuerda?- e incorporó al Creador en su discurso .
O sea, la guerra contra el crimen organizado que comenzó en 2006 ha sido porque Dios lo quiso y porque envió, además, a Calderón a ejecutarla.
“Se me olvidaba. Nos ha tocado enfrentar, también, al peor flagelo que ha visto México en mucho tiempo, que es la violencia y la ferocidad de los criminales”, añadió en Ocampo, Durango.
Y presumió su popularidad: “Hoy leí una encuesta, y a pesar de todos los problemas, a pesar de lo que ha sufrido la gente con lo que he platicado, aún contamos con un 64 por ciento de apoyo de la gente a nivel nacional”. Ajá.
Que no Haya miedo
¿A qué le teme Calderón con el amago de proceder legalmente –contrademandar- a los 23 mil abajo firmantes que se atrevieron a acusarlo ante la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de lesa humanidad?
El domingo pasado, Los Pinos emitió un comunicado para advertir que ya se analizaba.
“El Gobierno de la República explora todas las alternativas para proceder legalmente en contra de quienes realizan las imputaciones en distintos foros e instancias nacionales e internacionales”, advirtió.
Y al siguiente día, después de las reacciones a favor y en contra –la mayoría-, la vocera anticrimen y presidencial, Alejandra Sota, debió modificar el discurso al asegurar que de ninguna manera se procedería contra los demandantes y que Los Pinos sólo habían dicho que se preparaba la defensa legal del mandatario. Ayer, Gobernación dijo que no, definitivamente, no irá contra quienes osaron demandar al presidente.
Acaso la demanda no prospere, lo que se sabrá posiblemente dentro de un año, cuando Calderón esté a punto o haya concluido su mandato, pero el rudio mediático y la errónea respuesta de Los Pinos, calificada de dictatorial, ahí queda.
Calumnia a la calumnia
Por ahí, equivocadamente, aseguran que con la despenalización de la calumnia, la injuria y la difamación que el Senado llevó a cabo esta semana se da libertad absoluta a los periodistas para decir o hacer lo que les dé la gana. Permítanme aclarar lo siguiente:
E l hecho de que no se castigue con pena corporal, vulgo bote, a quien difame, calumnie o injurie, no significa que cualquiera puede decir lo que se le antoje, porque esos pleitos sí se dirimirán, sólo que en los juzgados civiles, lo que representa, en caso de perder el proceso, una sentencia que, seguramente, obligará al acusado –periodista, comunicador, comunicólogo o lo que usted quiera- a indemnizar al demandante o parte actora, como le dicen los abogados.
El Senado llevó a cabo la reforma a la Ley de Imprenta y derogó los artículos 1 y 31 de la Ley sobre Delitos de Imprenta para armonizarla con los códigos Penal Federal y Civil Federal “y mantener el ejercicio de ese derecho ajeno a la amenaza de una sanción penal”.
No obstante, “las conductas que violenten la vida privada podrán ser sancionadas civilmente mediante una indemnización, con base en los artículos 1916 y 1916 BIS del Código Civil Federal”.
En el dictamen se asienta que deben ser los jueces del ámbito civil quienes resuelvan si las personas, periodistas y comunicadores actúan dentro o fuera de la ley al difundir su información u opiniones, al sustituir la pena de prisión a quien exceda límites de libertad de expresión e imprenta por la posibilidad de demandar la reparación del daño a terceros.
No significa, para nada, impunidad o que se diga o haga lo que se le antoje a cualquiera.
Bailó Moreira; triunfo de FCH
Humberto Moreira bailó ayer nuevamente, pero de manera distinta. El joven, ahora sí, ex gobernador de Coahuila es desde ayer al mediodía ex líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), porque se había convertido en un lastre para el puntero Enrique Peña Nieto, virtual candidato del tricolor a la Presidencia de México, quien desde el jueves había dado indicios de que la decisión del coahuilense sucedería “en los próximos días”.
Los 34 mil millones de pesos –ayer se dijo que son 37 mil- que dejó de deuda en su estado fueron una losa muy pesada, que terminó por convertirse en una lápida donde se escribió su epitafio que dice: “Aquí yace el joven ganador, norteño éste, que arrasaba en las elecciones y bailaba con chúntaro style”.
¿Por qué Moreira jamás se defendió eficazmente? ¿Por qué no diseñó una estrategia para contrarrestar la ofensiva del gobierno de Calderón con la información privilegiada que posee?
Tan sencillo, parecía, que hubiera sido armar una conferencia de prensa en la que explicara, con papeles, fechas y cifras en mano, en qué y cómo se gastó ese dinero, lo que le habría significado salir limpio de la guerra sucia.
Pero no. Prefirió la broma, hacer como que no oía y las consecuencias ahí están. Moreira se ha ido y, además de que se acabaron las conferencias-taquizas de los lunes, ahora el PRI tendrá que pensar muy bien, algo que corresponderá a Peña Nieto y a su equipo, quién puede asumir la dirigencia nacional, con miras a le elección presidencial de 2012, para lo que ya perfilan a Pedro Joaquín Coldwell, quien deja su cargo como presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos -entra Jesús Murillo Kram-, lo que significa entregar puestos clave en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) tricolor a Manlio Fabio Beltrones, coordinador de sus senadores, y quien se bajó del autobús a finales de noviembre, por la cercanía que tienen.
No es fácil, porque, independientemente del caso Coahuila, la verdad es que el saldo de la administración Moreira es absolutamente positivo: todas las elecciones en las que participó las ganó, incluido Michoacán, donde se había pronosticado un triunfo de Luisa María Calderón Hinojosa, Cocoa para los cuates, hermana del presidente de México.
Y quien crea que ahí terminará la historia se equivoca. Calderón y subordinados harán todo para evitar que el PRI regrese a Los Pinos y esto apenas comienza.
Cordero sin cordura
“Todos conocemos cuánto cuesta la carne, el aceite, por eso sabemos muy bien cuándo alcanza y no para vivir, y seis mil pesos mensuales no son suficientes para pagar hipoteca, auto, colegiaturas y alimentos”, dijo Josefina Vázquez Mota a su compañero de partido, Ernesto Cordero, en un encuentro que pintaba light, como todos hasta ayer, pero que se calentó.
Cordero, preferido de Los Pinos y quien recibe todo el apoyo oficial por orden celestial –ya que estamos en cuestiones religiosas- se sintió aludido cuando en su exposición Chepina dijo que no es lo mismo la realidad que los libros de texto. Y reviró:
“Yo creo que debería actualizar su discurso sobre política económica y no buscar el aplauso fácil”. Solito se pone para que le peguen. Como dicen por ahí: el niño es chillón y lo pellizcan.
Josefina, presuntamente arriba en las encuestas, esas que dicen lo que el que paga quiere oír, dio una repasada a su “compañero Ernesto Cordero”.
Por cierto, los tres pres del Partido Acción Nacional (PAN) recibieron una auténtica bocanada de oxígeno después de que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) decidió mandar hasta el 15 de diciembre la inscripción para competir por la candidatura.
Aplauso y tache a los diputados
Los que se la sacaron esta semana son los diputados. ¿Verdad que sí se puede cuando quieren? Con las reformas a la Ley del Infonavit se regresarán a pensionados y jubilados sus ahorros de vivienda, cuando no hayan ejercido un crédito durante su vida laboral.
Por si fuera poco, aquellos que hayan comprado vivienda pero continúen cotizando en el Instituto, podrán igualmente retirar sus recursos acumulados al retirarse.
Leobardo Soto, diputado del PRI impulsor de la propuesta aprobada, dijo que más de un millón de trabajadores en retiro desde 1997 accederán a 18 mil millones de pesos acumulados.
Hasta ahora, quienes deseen recuperar sus fondos deben demandar al Infonavit y esperar un largo proceso. Me cae que cuando quieren, los vividores –porque así les he dicho- diputados pueden hacer cosas buenas.
¿Y el tache?
Por esa cadena perpetua para secuestradores, con agravantes precisos. ¿Acaso con penas mayores se combatirá ese delito? Lo dudo. Y esa propuesta, que fue lo que rescataron los no menos vividores del Partido Verde –querían la pena de muerte, según ellos y sus engaños de campaña-, con apoyo del… ¡adivinó!, PRI, su aliado para 2012. Ya huele a Navidad.
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