Donald Trump celebró con una seguridad reforzada su primer mitin al aire libre desde su intento de asesinato el pasado julio.
El escenario elegido fue la ciudad de Asheboro, en el estado clave de Carolina del Norte y donde Trump estuvo protegido por láminas de cristal antibalas.
Pese a las medidas extra de seguridad, en un momento de su intervención abandonó levemente ese espacio protegido para ir a abrazar a una mujer del público que se había sentido indispuesta