Las causas de la muerte de Francisco Blake Mora, secretario de Gobernación, deben investigarse y darse a conocer con claridad y contundencia, porque el país no está para dejar lugar a dudas o especulaciones.
No puede haber ni un resquicio por donde puedan colarse versiones diversas y de eso dependerá que el clima político no se enturbie más.
Blake es el segundo integrante del gabinete del presidente Felipe Calderón y el segundo secretario de Gobernación que muere al desplomarse la aeronave en que viajaba.
Exactamente a tres años y seis días de la caída del Learjet 45 de Juan Camilo Mouriño, en la zona de Palmas, en el Distrito Federal, la muerte de Blake enrarece el clima político, porque sucede a dos días de la crucial elección de gobernador en Michoacán, donde Luisa María Calderón Cocoa, hermana del presidente, busca sacar al PRD del gobierno y a su candidato, Silvano Aureoles, y evitar el regreso del PRI con Fausto Vallejo.
Como sucedió con el Learjet 45 de Mouriño, el argumento ya lo sabemos: se harán los peritajes, vendrán las versiones, conoceremos los reportes, se filtrará información y habrá conclusiones, pero lo que no puede ni debe suceder es que se diga, nuevamente, que “la turbulencia causada por un avión que iba adelante” provocó la caída del helicóptero, tal como entonces.
Que se conozca la verdad y nada más. Será complicado, porque, se sabe, el helicóptero no contaba con la famosa caja negra como los aviones, en la que se graban los últimos momentos en una aeronave antes de un accidente.
Que no se diga lo de siempre: que “el piloto era experto y formado en la Fuerza Aérea”, que “la aeronave estaba resguardada en el hangar presidencial”, que “las condiciones atmosféricas no eran adecuadas y por eso buscó una ruta alterna” y más.
Por supuesto el piloto de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) debió ser alguien experimentado y profesional, pero, ante todo, es un ser humano y, como tal, puede equivocarse. O el helicóptero –Superpuma de fabricación francesa (Eurocopter)-, modelo 1987 pudo haber fallado pese a haber “recibido recientemente el mantenimiento de rigor”.
Y lo que es peor: en el gobierno de Vicente Fox, igualmene panista, también se desplomó un helicóptero en 2005 en el que murió Ramón Martín Huerta, super amigo del presidente y secretario de Seguridad Pública, y ocho acompañantes, cuando se dirigían al penal de La Palma, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Acaso no sea cuestión de modelos ni de mantenimiento, como aseguran expertos en aeronáutica, pero un gobierno no puede poner en riesgo la estabilidad y hasta la gobernabilidad con aeronaves o vehículos con decenas de años u horas de servicio.
Y aquí pesa mucho la presión de los izquierdosos, esos que critican todo y que, en caso de que se renovara la flotilla de aeronaves, de inmediato se rasgarían las vestiduras y dirían “¿por qué no dar esos recursos a la educación o a salud?”. Ciertamente razón no les faltaría, pero aquí la cuestión es que México debería tener recursos para ambas cosas y más, ese es el meollo del asunto.
Y la lista de accidentes aéreos recientes es larga.
El helicóptero en el que viajaba y se salvó Jorge Valdano en 2006, que se desplomó en Las Lomas. El también helicóptero del empresario Moisés Saba, en 2010, en Cuajimalpa, donde murieron él y varios integrantes de su familia.
Y apenas el 21 de octubre pasado, el helicóptero del gobierno del Estado de México, en el que volaba Fernando Alberto García Cuevas, secretario de Desarrollo Metropolitano, que se desplomó en la zona de Coyoacán y en el que murieron un piloto y su asistente.
Tortura, desapariciones y ejecuciones
El informe de Human Rights Watch (HRW) es contundente: el Ejército, la Marina y las policías mexicanos han violado constantemente los derechos humanos en la guerra contra el crimen y lejos de disminuir, la violencia y los homicidios se han disparado más de 260 por ciento entre 2007 y 2010 al pasar de 2 mil 826 a 15 mil 273 muertes en ese periodo.
El documento Ni seguridad, ni derechos: ejecuciones y tortura en la guerra contra el narcotráfico en México documenta, basado en el análisis de la situación en Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Guerrero y Tabasco al menos 170 casos de tortura, 39 desapariciones y 24 ejecuciones extrajudiciales y que la impunidad y manipulación de escenarios del crimen es una constante. ¿Lo duda?
El informe desató la furia del presidente Calderón, especialmente porque en el texto se señala específicamente el término “guerra”, lo que su gobierno ha tratado de eliminar del discurso desde hace más de un año, pese a que desde 2006, cuando comenzó esta estrategia ¿?, así fue llamada en varias ocasiones por el mismo presidente.
Por si fuera poco, de los 45 mil asesinatos que señala el informe, sostiene que sólo hay 997 investigaciones abiertas por la Procuraduría General de la República (PGR) y que se da por hecho, en automático, que todos los muertos están ligados con el crimen organizado.
Así, a priori, se les liga y, en consecuencia, no se investiga “porque se da como una verdad que están ligados al narcotráfico y eso significa gasto inútil de recursos públicos”.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, reveló que durante su reunión por más de dos horas con Calderón, éste se mostró irritado y a la defensiva, “aunque poco a poco comprendió que el informe es real”.
Ciertamente el mundo entero sabe que HRW es un brazo golpeador de Washington, disfrazado de observador de los derechos humanos y de clemencia, pero nadie puede negar que el informe, de 236 páginas, contiene datos duros con al menos 200 entrevistas y documenta su dicho.
¿La respuesta? La estrategia es inamovible. Tan-tan.
AMLO prepara gira en el DF
Andrés Manuel López Obrador ya prepara una gira por el Distrito Federal en diciembre venidero, lo que refleja su seguridad de ir al frente en las encuestas.
Planchado, acordado, negociado o como usted guste y quiera llamarle, lo cierto es que don Marcelo Ebrard luce muy, pero muy tranquilo. ¿El Senado será su futuro? Así parece.
Arturo Ugalde, el farsante
Ora resulta que la transparencia y eficacia del alcalde de Tlalnepantla prometidas en campaña son cosa del discurso, como suele suceder con este tipo de políticos trepadores. ¡Imagínese! Que gana más que el mismísimo don Felipe de Jesús Calderon Hinojosa, primer mandatario de la nación y que los abusivos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), esos que se llevan cada mes medio millón de pesos con lo que apenas malcomen.
Esta semana se conoció que el señor Ugalde, quien ya fue presidente municipal de Tlalnepantla de 1994 a 1996, y secretario de gobierno del Estado de México con el chaparrito César Camacho Quiroz, ya no gana 567 mil 355 pesos mensuales como en 2010 –ya sin impuestos 421 mil-, sino que el angelito percibe la miserable cantidad de ¡750 mil varos al mes!.
Por supuesto, si le descuentan la tributación respectiva – nomás faltaba que no la pagara-, sólo le quedan al pobre hombre 669 mil del águila. ¿Le alcanzarán para comprar dignidad y honestidad? Lo dudo.
Sinvergüenza, cínico, y todavía pone a sus esbirros en el palacio municipal a decir que no hay dinero en las arcas. ¡Ah, se me olvidaba!: ha concesionado las albercas en los parques públicos por veinte años, además de que mantiene los permisos para la explotación de canchas de futbol rápido que, ciertamente, dejó el gobierno panista que le antecedió. Una fichita.
Planchan gasto en San Lázaro
El gasto 2012 se planchó en la Cámara de Diputados desde el viernes aunque se prolongó la negociación hasta el sábado.
Finalmente hubo una reasignación de 87 mil millones de varos y no de 95 mil como se dijo originalmente. Marcelo Ebrard y el Distrito Federal pedían 14 mil millones de pesos más y les dieron 7 mil millones para el Fondo Metropolitano, además de que, aunque no es lo que buscaban, alcanzaron un pellizco para la línea 12 del Metro.
La comisión de Presupuesto y Cuenta Pública fue citada el sábado a las doce horas. Carreteras y educación lo tenían trabado, pero el avance en los fondos para el campo distendieron el jaloneo.
Los que amenazaron constantemente con tomar nuevamente la tribuna el sábado –lo hicieron el jueves-, fueron los integrantes de la comisión de asuntos indígenas –PRI, PAN, PRD y PT-, si no les dan los catorce mil millones de pesos que exigen.
Y los subsecretarios de Hacienda, negociadores y golpeadores oficiales, se instalaron en San Lázaro, mientras los rijosos de Antorcha Campesina, esos a los que no desaloja la policía capitalina como a los pilotos de Mexicana, afuera, amenazantes con entrar a la Cámara. Esa es la grilla mexicana.
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