El Instituto Nacional Electoral (INE) echó leña al fuego.
Como dijera el filósofo de Michoacán, avecindado en Ciudad Juárez, Chihuahua:
¿Pero qué necesidad?
La encuesta que ordenó levantar y que se filtró desde el martes, en la que el 78 por ciento de los participantes apoya que cambie el INE y que se escoja a los consejeros electorales por voto popular dio argumentos a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y al gobierno federal.
Precisamente eso es lo que quiere Andrés Manuel López Obrador.
Mario Delgado Carrillo, líder morenista, aprovechó el bombón que le sirvieron para darse vuelo y empujar el esférico a la red.
-Al @INEMexico le salió el tiro por la culata y en su propia encuesta el pueblo aprueba la iniciativa de reforma electoral propuesta por nuestro Presidente, tuiteó la mañana del miércoles.
Y cómo no.
Pero lo que no dice el defensor de los pobres egresado del fifí Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y con posgrados en el extranjero -de esos que Andrés Manuel ha afirmado que no sirven y que son los responsables de la tragedia del país, por ser malos técnicos que se creen científicos y, además, corruptos- es que la reforma electoral que quieren no es lo que cantan.
La elección de consejeros sería a modo.
Igualito que las encuestas con las que escogen candidatos.
O las consultas.
La reducción de diputados y senadores favorecería al partido mayoritario. A Morena.
Y así en los Congresos estatales y hasta en los municipios.
El engendro se llamaría Instituto Nacional de Elecciones y Consultas
(INEC) y tendría sólo siete y no once consejeros.
El plan es apoyado, obvio, por sus incondicionales, como Claudia
Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard.
EL INE COMENZÓ A DEFENDERSE
Control de daños, le llaman los expertos en política.
Fue el consejero Jaime Rivera, quien negó, en primer lugar, que se haya escondido la encuesta, como los jilgueros del gobierno comenzaron a publicar y a asegurar.
Rivera afirma que el sondeo se les entregó el 13 de octubre y se publi- có en el portal de Transparencia dos días después.
Que no se le haya entregado de inmediato a Morena -suena a triquiñuela, realmente- lo atribuye a una falla en el proceso.
Lorenzo Córdova Vianello, presidente del INE, continuó la defensa.
Confirma que la encuesta fue pública desde el 15 de octubre y que fue levantada en otro momento, en otra circunstancia.
Que se hizo cuando la población no estaba tan informada y que por eso hubo esas respuestas, además de que no se precisaron las preguntas. Ciro
Murayama, compa de Córdova y consejero, coincide pero añade que la más reciente encuesta arroja otros resultados.
Que la mayoría rechaza la desaparición del INE y, sobre todo, que el gobierno -llámese Andrés Manuel– meta las manos y controle.
Es reforma constitucional, por lo que necesita dos terceras partes de los legisladores presentes en ambas cámaras.
A ver qué dice la oposición, principalmente el PRI.
Vámonos: Fuego ¿amigo? en contra de Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena. Lo siguen, lo escuchan, lo graban. Enfrenta a los monstruos que creó López Obrador.
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