CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Pese a las condiciones externas adversas, a la economía mexicana le ha ido mejor que a sus pares y tiene buenas perspectivas, debido a que se han tomado decisiones estructurales difíciles, en algunos casos no populares, pero que son las correctas, destacó el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya.
En la residencia oficial de Los Pinos acompañado por el vocero del Gobierno de la República, Eduardo Sánchez Hernández, afirmó que las reformas estructurales aprobadas en la administración ya están dando resultados fructíferos y se continuará con su implementación.
Si bien la economía mexicana tiene buenas perspectivas, González Anaya precisó que enfrenta tres riesgos: el proceso electoral, el cual es natural que genere incertidumbre, además de la renegociación actual del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCN) y la recién aprobada reforma fiscal de Estados Unidos.
El encargado de las finanzas públicas sostuvo que a México le ha ido bien pese a los “vientos en contra” que ha enfrentado, como son la reducción de producción y del precio del petróleo, la debilidad del sector industrial de Estados Unidos y el proceso de normalización de la política monetaria en ese país.
Pese a ello, a México le ha ido bien y es un destino atractivo para la inversión, lo que se refleja en resultados como el cumplimiento del compromiso hecho en 2013 de tener un superávit y reducir la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), de casi 50 a 46 por ciento, siendo el único país de América Latina y del Grupo de los 20 que lo ha logrado.
Así, las finanzas públicas de México se ven bien porque tiene una base de políticas fiscales prudentes y conservadoras, además aprobó un paquete de reformas estructurales que permiten quitar “cuellos de botella” y obstáculos de crecimiento que habían en la economía.
Tras un recuento de los avances por las reformas estructurales ya aprobadas, sostuvo que estos cambios han dado resultados en la economía y tendrán un impacto hacia adelante. “Aunque (las reformas) son nuevas, aunque son recientes y toman tiempo, lo que estamos buscando comunicar aquí es que hay resultados”.
Lo que falta ahora, dijo, es continuar con su implementación y embarcarse en otros cambios estructurales, pues el objetivo de las reformas es que sus resultados que ya se están viendo sean sostenibles, porque toman tiempo.
Destacó que México tiene ahora fuentes de crecimiento más balanceadas, de 2014 a 2017 creció en promedio en 2.8 por ciento, para este año se estima un crecimiento de 2.2 por ciento, tiene mejores perspectivas hacia adelante, expectativas de inflación ancladas y las calificadoras mejoraron la perspectiva del país.