Javier Sicilia preocupa al gobierno federal. Tras el diálogo en el Alcázar de Chapultepec con el presidente Felipe Calderón, el 23 de junio, donde hubo acuerdos en torno a la guerra, una disculpa “no sincera”, abrazos, entrega de escapularios y elogios, hoy el poeta, escritor, periodista y ya pontífice exige todo, cualquier cosa, para mantenerse en la mesa.
El miércoles, el líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad pidió que el Ejército y la Marina se sienten a dialogar, directamente, “porque la ciudadanía quiere oír sus razones y exponer las propias para un marco legal que respete garantías individuales”.
Y el PRD lo zopilotea para darle una candidatura. No se sorprenda.
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La Secretaría de Gobernación lo botó: “Las Fuerzas Armadas sólo son auxiliares en las labores de seguridad que realizan las autoridades civiles y no dialogan”. Y Sicilia no ha contestado, pero, seguro, lo hará en breve.
Mientras, el PRD zopilotea. Lo quiere en la Cámara de Diputados, desde donde sería una piedra, una roca, en el zapato del gobierno. No se sorprenda, los lazos entre el poeta y la izquierda son de siempre.
No hay mesías: Le Baron
¿Y qué tal el recargón que Julián Le Baron dio a Andrés Manuel López Obrador el domingo en la marcha contra la ley de seguridad nacional del Museo de Antropología a Los Pinos y al Senado?
“Nadie debe engañarse con la esperanza de que el siguiente político o salvador o mesías sea el Quetzalcóatl que vendrá a emanciparnos del mal. La esperanza para los ricos y la poca clase media que queda está en cada uno de nosotros”, dijo el activista de Chihuahua, quien sufrió el asesinato de familiares en su comunidad por negarse a pagar renta y rescates.
Poiré niega lo innegable
Alejandro Poiré, vocero anticrimen del gobierno, quiso negar lo innegable: ante la publicación del diario The New York Times, en el que aseguró que en México operan agentes de CIA, DEA y militares del Comando Norte del Pentágono, salió a reconocerlo, aunque matizó:
“Sí actúan agentes, pero no es privativo de este gobierno. Ya estaban desde antes”. “México no es violento, hay ciudades como Brasil o Atlanta, con más alto promedio de homicidios por habitante”.
Y más: “La violencia no comenzó con este gobierno”.
Playita, sol, mar, arena y muchos acuerdos
El país en crisis, los estados deben hasta la camisa… y los priístas en Playa del Carmen, Quintana Roo, en la Riviera Maya, a unos 35 kilómetros de Cancún con destino a Chetumal, en su reunión plenaria para definir la agenda en el periodo ordinario que comienza el 1 de septiembre.
La bancada del PRI, encabezada por su líder Francisco Rojas; el coordinador en el Senado, Manlio Fabio Beltrones; el presidente nacional del tricolor, Humberto Moreira –maltrecho porque se conoció la deuda multimillonaria que dejó en Coahuila-, y coequiperos, sufrieron –es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo-, en el hotel Fairmont Mayacab, donde la noche más barata no cuesta menos de 200 dólares -2 mil 400 devaluados pesitos, según el desliz del día-, para alcanzar consenso.
¡Ah!, pero no sean mal pensados, lo hacen para que la nación avance y esté preparada para enfrentar la volatilidad de los mercados cuando discutan el presupuesto 2012. ¿Quién diablos definirá destinos e itinerario?
No aprenden los políticos. Ven que el gobierno calderonista les ha echado montón con la deuda de los estados a raíz de la amenaza de Moreira, de que no pasaría ni una reforma de las pendientes –laboral, política, y anexas-, hasta que se aprobara la nueva Ley de Coordinación Fiscal, en la que deben reasignarse recursos para las entidades, y le dan cuerda.
¿Tenían que ir hasta allá para definir la agenda? ¿Necesitaban hoteles gran turismo? Y con cargo al erario. O sea, de los impuestos que todos pagamos.
El “Coahuiyork” de Moreira
En su conferencia-taquiza de los lunes en la sede nacional tricolor, Moreira hasta ironizó en torno a la deuda de Coahuila -32 mil millones de pesos, reconocidos por el vocero David Penchyna- donde gobernaba todavía en enero, cuando solicitó licencia, al mostrar imágenes de las autopistas construidas en su administración.
“Esto no es Nueva York ni Chicago, se parece a Houston, pero esto es Coahuiyork”, dijo muy orgulloso.
Y justificó la deuda de los estados al asegurar que los créditos se utilizan para infraestructura, obra pública y para enfrentar la inequitativa distribución del presupuesto, así como garantizar empleo y desarrollo.
Desesperado, acusó al gobierno de Calderón de aumentar 30 por ciento el gasto corriente en salarios, prestaciones, teléfono celular y hasta chicles para sus muchachos.
Razón no le falta, pero tampoco a quienes destaparon el Coahuigate.
El jueves, las calificadoras Fitch Ratings y Standard & Poor’s degradaron la capacidad crediticia de Coahuila, minutos después de que el Congreso estatal, con el voto mayoritario del PRI y el respaldo, ojo, del PRD, dieran el aval a la contratación de un nuevo crédito por 33 mil millones de pesos ¡para pagar los 32 mil melones que heredó el profesor!
Y extrañamente el secretario Ejecutivo del Sistema de Administración Tributaria del Estado de Coahuila (SATEC), Javier Villarreal Hernández, renunció.
Ayer, sin dar explicación alguna, real, seria, Moreira declaró formalmente cerrado el caso. Ajá.
Politizan Calderón y Ebrard el operativo de PGJEM
Felipe Calderón, de vacaciones también en Quintana Roo para festejar su cumpleaños 49 -fue el jueves-, no podía quedarse callado tras el operativo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGEM) en Tlalpan, donde fue detenido El Compayito y allanadas ocho casas.
El presidente primero lo censuró en twitter con un “lamentable” y deslindando a las fuerzas federales por aquello de los abusos cometidos. Hasta pidió revisar la disculpa pública de la Procuraduría a cargo de Alfredo Castillo por “las actitudes reprobables” y, luego, lo aplaudió en la misma red.
La semana pasada, Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, se lanzó contra el operativo y calificó de “indignante” la violación a los derechos humanos.
A este disparo con destino directo hacia Toluca, Estado de México, donde vive Enrique Peña Nieto, puntero en las encuestas internas y externas para ganar la elección presidencial en 2012, contestó el procurador el miércoles:
“Entramos al Distrito Federal a capturar criminales, porque la policía capitalina no es capaz de hacerlo. Así de fácil”.
Y tiene toda la razón, aunque nada justifica no sólo el allanamiento, grave aunque hasta cierto punto entendible en la situación de emergencia que vive el país, sino el robo de un reloj, una cámara y una memoria de computadora por parte de los agentes mexiquenses. Por cierto, ahora resulta que nadie sabe el nombre del oficial que se llevó el Mido del poeta Efraín Bartolomé.
Insisto, sin justificar a nadie: ¿es lo mismo descuartizar a 600 personas, criminales o no, que robarse un reloj? Y el criterio para juzgarlos no ha sido el mismo.
Las tandas de Josefina
La semana pasada pregunté, citando a Chico Ché, filósofo de Tabasco y paisano del Peje Andrés Manuel López Obrador, “¿quén pompó campañita quién pompó?”, en referencia a Josefina Vázquez Mota y su obsesión por la candidatura del PAN a la Presidencia en 2012.
¿Qué cree? Dice Súper Josefina –como le llaman en su página de internet- que un grupo de benévolos y desinteresados empresarios, así como diputados de la bancada que coordina en San Lázaro aflojaron el billete para cubrir los 5.3 millones de pesos –leyó bien, millones-, que costó su acto en el teatro Metropolitan, con altavoces, efectos visuales, coros, luces multicolores y hasta rayo láser. ¿Qué le parece?
Y dijo, además, que ella puso 825 mil pesos que ahorró en su cochinito durante un año para hacer frente al compromiso, como aquellas señoras que hasta tandas hacen para pagar los quince años de sus hijas. El símil aplica a la perfección: ahorró, hizo tandas con las vecinas y vecinos diputados y tuvo padrinos para festejar su segundo informe-campaña en busca del sueño. Me da ternura. En fin.
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