COACALCO, Méx. Las principales características que debe reunir un buen atole son aroma, textura y sabor en boca, bebida tradicional que puede formar parte de la alta cocina mexicana, según chefs que fungieron como jueces en la Feria de Atole que se realizó en este municipio.
“En cuanto a los puntos básicos debe ser el aroma primeramente, ya después al degustarlo dejar sabor en boca. Muchas veces podemos encontrar atoles muy aromáticos, pero que en boca pierden un poco el fondo, se puede decir así”, aseguró el chef Víctor Manuel Aguilar Herrera, propietario del Servicio de Banquetes Estrella, ubicado en el Distrito Federal.
Aguilar Herrera fue uno de los 40 jueces que participaron en la Feria del Atole de Coacalco, que se realiza en el centro municipal desde 1990, quienes degustaron más de 100 variedades de la bebida, con 75 sabores diferentes.
En esta feria, efectuada los días 14 y 15 de octubre, se mostraron atoles con sabores exóticos, como tequila, pétalos de rosa, coca cola, chongos zamoranos, cereza, maracuyá, limón, guayaba con queso, amaranto y tamarindo, además de los tradicionales champurrado, cajeta, fresa y vainilla.
La chef Rosa Adato Green, de la coordinación académica del Instituto Gastronómico Belinglise, dijo que el atole debe reunir consistencia, sabor y textura, además de que no pierda las raíces de su preparación y contenga sabores naturales.“Claro que se puede presentar el atole en la alta cocina mexicana, si se hace un menú de degustación se puede ofrecer. La cocina mexicana es patrimonio de la humanidad y no se debe perder la tradición del atole, lo que nos toca a nosotros como responsables de la educación gastronómica”, añadió.
Blanca Luna Díaz, habitante de San Francisco Coacalco, reconocida como una de las mejores atoleras de este municipio, dijo que el secreto es darle su tiempo y moverlo constantemente, además de elegir ingredientes de la más alta calidad, en recetas heredadas de las abuelas y madres, que enriquecen con nuevos sabores.
Alba Erika Gutiérrez Díaz, presidenta del Patronato de San Francisco de Asís, organizador de la feria, dijo que participan habitantes de las diversas comunidades de Coacalco, municipio que en la antigüedad era paso obligado de caminantes, a los que los pobladores ofertaban agua con masa endulzada con piloncillo.
Añadió que Coacalco era zona de haciendas y los propietarios dotaban de leche a sus trabajadores, que la empleaban para hacer bebidas de sabores.
“Es una feria sin ánimo de lucro, el único objetivo que tiene es que la tradición no se pierda”, expresó.