Fin de semana de segundo y último debate en circunstancias totalmente distintas a las del primero, el pasado 6 de mayo. Entonces, se dijo que no modificaría nada, que no alteraría las preferencias y que ya estaba prácticamente definido, pero no fue así.
Y si entonces, con todo y los obstáculos que debió enfrentar se derrotó al futbol –Morelia-Tigres, semifinal, por canal 13- en el rating y a la edecán, el de este domingo en Guadalajara, Jalisco, arrasará en canales estelares y con una expectativa creciente por lo sucedido precisamente después del primer encuentro, en el World Trade Center.
En primer lugar, se da cuando las campañas están en el punto más caliente y cuando las preferencias se han modificado sustancialmente, principalmente en la definición del segundo lugar y en la carrera tras el puntero Enrique Peña Nieto.
Además, porque han surgido actores que al principio de la contienda nadie imaginó y mucho menos calculó. El nacimiento del #YoSoy132 se dio por coincidencia, después de la protesta de estudiantes en la Universidad Iberoamericana (Ibero) y se convirtió en el revitalizador para la muerta campaña de Andrés Manuel López Obrador y que lo metió en la pelea mediática cuando la mayor parte del proceso se mantuvo en un lejano tercer lugar.
Nadie, ni los mismos estudiantes universitarios, calculó el tamaño y la fuerza que el movimiento adquiriría.
Ni el PRI ni el PAN ni los estudiantes ni el mismísimo PRD, calculó jamás que esa protesta, acaso azuzada desde la izquierda, derivaría en ese movimiento de masas llamado erróneamente La Primavera Mexicana, por el símil que le han dado con los movimientos sociales surgidos en Túnez, Egipto, Libia y Siria, por citar algunos, para derrocar a dictadores y donde el rol jugado por internet ha sido clave.
Cabe destacar que hay una gran y fundamental diferencia: en México no se vive ni se vivirá un régimen de tiranía y totalitarismo como en esas naciones.
En este país existe una democracia e instituciones que, acaso aun fortaleciéndose, dan certidumbre a sus más de 108 millones de habitantes.
Y en segundo, porque faltan sólo 21 días para que se lleve a cabo la jornada electoral y ha arreciado la serie de ataques, de descalificaciones y de acusaciones de todo tipo. Si el primero superó lo esperado pese al formato acartonado, se prevé que el de mañana sea memorable porque dará mayor facilidad a los cuatro candidatos para replicar y contestar todos los puntos.
Cinco bloques, ocho minutos y medio por ronda, micrófono cerrado y abierto cuando lo solicite el candidato, tomas abiertas, en los dos principales canales de televisión abierta y muchos por cable, además de internet. Está la mesa puesta para todos en Guadalajara, Jalisco.
Ultima llamada
Y aunque Josefina Vázquez Mota lo negó, sin duda esta será la última oportunidad para ella y para López Obrador de ganar el apoyo de los indefinidos, que rondan por ahí del 20 por ciento en las encuestas y sondeos. Es decir, si el padrón y la lista rondan los 80 millones de electores y vota casi el 50 por ciento, entonces esos indefinidos pueden decidir la elección porque significan alrededor de 8 millones de sufragios.
Josefina, ya se vio, saldrá a atacar a Peña Nieto y, a diferencia de la vez pasada, se tirará a matar contra López Obrador, precisamente en su desesperado intento por recuperarse del tercer sitio en el que se ha hundido.
López, en tanto, deberá hacer el debate de su vida y dejarse de discursos repetitivos como el de Santana, la mafia del poder, el compló y más. Tiene que salir a aprovechar la estelar por la que tanto ha peleado, como novillero o como boxeador debutante, porque, seguro, no tendrá otra oportunidad.
Peña, como lo hizo el 6 de mayo, tendrá que aguantar y contestar para administrar la ventaja y salir avante. En el peor de los escenarios, pero si consigue dominar la ofensiva de ambos entonces saldrá ileso y difícilmente habrá algo que lo detenga en su ruta a Los Pinos.
¿Quadri? Bueno, hasta el candidato sorpresa del primer debate la tendrá difícil porque la gente, a diferencia de entonces, ya sabe que es chalán de Elba Esther y que su discurso de “yo no soy político” es una farsa. Saldrá como mozo de espadas de Peña y así continuará.
Fox da una puñalada
Vicente Fox, el que llamó a sacar a patadas al PRI de Los Pinos, hoy pide su regreso y no sólo traiciona a Josefina Vázquez Mota, la candidata del partido que le prestó sus siglas para llegar a la Presidencia de México, después de que hace un mes le llamara “Mi Presidenta Vázquez Mota” y le diera el beso (de Judas), sino a los casi dieciséis millones de mexicanos que le dieron su voto en 2000.
El sexenio del guanajuatense con botas, que pasó a la historia como Foxilandia por la utopía en que vivía junto a su esposa Martita -tuvo la puntada de sentirse candidata a la Presidencia en 2005, significaba para los más de quince millones de votantes la esperanza de salir por fin de 70 años de gobiernos priístas y sus expresiones dicharacheras se ganaron la simpatía de esos votantes, seis años después cambia de camiseta como una muestra más de que sufre de alteración de personalidad y de estados de ánimo, conocidos como depresión, bipolaridad, trastorno obsesivo compulsivo y hasta déficit de atención para lo que sirve el Prozac, que precisamente negó consumir en aquellos tiempos.
La respuesta de Josefina fue directa, aunque cuidadosa: “Se equivoca, un demócrata que sacó al PRI de Los Pinos no puede pronunciarse por el regreso del autoritarismo y prefiero quedarme con esa imagen”.
Y Gustavo Madero, líder nacional del PAN, lo calificó de traicionero y oportunista.
¿En Los Pinos? Don Felipe Calderón anda que no le calienta ni el sol –y mire que ahí pega duro el astro-, porque sabe que Fox no se detendrá, después de que en 2006 le ganara la candidatura del albiazul a su consentido, Santiago Creel, a quien muchos ya veían con la banda tricolor en el pecho.
Se desata la tormenta y el PAN manipula spot
Lo dicho por Andrés Manuel López Obrador en torno a que ha comenzado la guerra sucia y que se cocina un fraude desató una tormenta. Y aunque en 2006 se comprobó el complot orquestado por Diego Fernández de Cevallos, quien incluso esta semana lo reconoció, cuando censuró a Vicente Fox por su apoyo al PRI y su rechazo a Josefina, lo cierto es que los habitantes de la Ciudad de México quedaron “cizcados” por la tozudez del tabasqueño y su obstinación por un fraude que jamás se pudo comprobar.
La advertencia del tabasqueño se basa en los spots que PAN y PRI lanzaron el martes en su contra para contrarrestar la campaña de ataques de la izquierda.
Y es que el PAN no tuvo empacho en editar o cortar su discurso en Tlaltelolco, donde originalmente descarta la salida armada como opción y subraya que su movimiento jamás lo ha considerado y ellos (los panistas), con la mano en la cintura lo acomodaron para que parezca lo contrario.
Pero , ¿qué cree?. Marcelo Ebrard, titular del GDF y ex adversario de López en la carrera presidencial del PRD, llamó el jueves a acatar el resultado, “aunque la distancia sera muy corta”. Ayer, Miguel Angel Mancera, candidato igualmente de las izquierdas pero al GDF, coincidió al asegurar desconocer los elementos con que cuenta el señor López, pero “creo que hay que respetar el resultado”.
Torito, torito
Más rápido cae un hablador que un cojo. Manuel Espino, ex líder nacional del PAN, quien acusó a Felipe Calderón de tener afición por las bebidas espirituosas fue detenido en un retén o al alcoholímetro, vulgo Chupómetro, y trasladado al popular Torito del rumbo de Tacuba.
Pero el ex dirigente del albiazul, respetuoso de la ley como siempre, se… ¡amparó!, por lo que con la cruda a cuestas salió sonriente y saludando del hotel de paso capitalino. Por supuesto, tendría que regresar para cumplir el resto de las horas que ordenó el juez, pero ¿qué cree?: el sábado anuncio que ratificó la solicitud de amparo por lo que, experto en asuntos legaloides por su paso por la política, se aferrará y seguramente ganará la impunidad.
Preparen las palomitas, porque es tiempo de debate.