¿Se imagina cuántas conferencias de prensa o discursos de los presidentes mexicanos debieron ser suspendidos o interrumpidos por la televisión por mentirosos?
Lo sucedido en Estados Unidos, cuando las principales cadenas televisivas en horario estelar se atrevieron a cortar el mensaje de Donald Trump al mismo tiempo es algo inédito, cuando menos en la era reciente.
Y lo hicieron porque, argumentaron, el presidente estaba mintiendo, diciendo falsedades.
Acusaba fraude, relleno de urnas, aparición de votos de la nada y una serie de irregularidades para robarse la elección del martes 3 en la que busca la reelección y llevar a Joe Biden, demócrata y vicepresidente en los ocho años de Barack Obama, a la Casa Blanca.
Y no presentó una sola prueba.
Hasta Fox News, su cadena aliada, lo desmintió.
En México eso jamás sucederá.
Las televisoras siempre han estado al servicio del gobierno en turno, que, como ha dicho Andrés Manuel López Obrador, les ha controlado con la publicidad.
Con las campañas del gobierno, que se pagan con los recursos de todos los mexicanos.
¿Cuántos mensajes y de cuántos presidentes de México debieron ser interrumpidos, suspendidos por ser abiertamente un engaño, una mentira, una farsa?
Desde 1824, la Constitución ordena que el presidente en turno debe asistir al Congreso a presentar un informe del estado que guarda la nación.
De entonces a la fecha, todos los precisos han cumplido con el mandato, que desde el gobierno de Vicente Fox no se lleva a cabo en la Cámara de Diputados.
Palacio Nacional ha sido el sustituto de San Lázaro.
Esos mensajes, esos discursos llenos de mentiras, de verdades a medidas, de engaños, de falsedades, debieron ser cortados.
Pero los gobiernos, todopoderosos y dueños del país, ordenaban cadena nacional, porque, como seguramente usted lo sabe, los canales de televisión son concesiones, por lo que los dueños deben acatar y obedecer las decisiones de Estado.
Y no sólo los informes debieron ser suspendidos, cortados, desechados.
Decenas de conferencias, de mensajes y de eventos.
Desde entonces y hasta ahora.
Andrés Manuel, por ejemplo, ha dicho diversas mentiras en sus conferencias desde Palacio Nacional.
En sus mañaneras.
Sobre todo cuando dice “nosotros no somos así”.
Y jamás han sido interrumpidas.
Ese debiera ser un derecho del pueblo, de la gente, de los ciudadanos.
Los políticos olvidan que están ahí para servir.
Olvidan que el país, el dinero, los recursos y el poder no son suyos.
Son del pueblo y, como tal, no deben sentirse dueños e intocables.
Pero, históricamente, y no sólo en México, los reyes, los presidentes y todo mandatario de la clase y nivel que sea ha creído que los ciudadanos son sus súbditos, sus siervos, sus criados.
Sin duda, lo sucedido con las cadenas estadunidenses es un hecho que pasará a la historia como el día en que la televisión, utilizada históricamente para controlar a las masas, calló al presidente.
El jueves, en Estados Unidos, ABC, CBS y NBC, cortaron al mismo tiempo la conferencia de Trump en la que acusaba robo de la elección, pero sin presentar prueba alguna.
-No hemos visto nada que constituya un fraude o un abuso del sistema, dijo John Roberts, periodista de la cadena Fox, aliada de Trump por conveniencia.
-Tenemos que interrumpir a Trump porque el presidente ha hecho una serie de afirmaciones falsas, decía NBC, uno de los tres medios más populares o con rating de la abierta.
Trump, quien puso de moda el término fake news -noticias falsas- en un abierto enfrentamiento con los medios de comunicación, no sólo las televisoras, como un patán en la Casa Blanca y como un egocentrista, ignorante y autoritario, se niega a aceptar lo que parece inminente derrota… con un a noticia falsa.
Anoche, Joe Biden ya había dado la vuelta también a Trump en Pensilvania y Georgia, donde Trump lideraba todavía al amanecer del viernes.
El triunfo parece inminente.
¿Por qué no la ayudan?
Silvia Castillo Hernández quiere, exige justicia.
Ayer acudió a la Secretaría de Gobernación a pedir que le ayuden a que haya justicia en el asesinato de su hijo Alan, en San Luis Potosí.
¿Pues qué les cuesta mucho trabajo ayudar a la mujer?
Como bien dijo Nelson Vargas, empresario y ex director de la Comisión Nacional del Deporte (Conade):
-¿No tienen nada? ¡No tienen madre!
Es evidente que el asesinato de su hijo Alan en San Luis Potosí es un tema del fuero estatal.
Pero, mi querida notaria, ex ministra de la Corte y hoy secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ¿no le parece que si recurre a ustedes es porque en el gobierno estatal ni la escuchan ni la oyen?
No sea insensible y ayúdela.
¿O quiere que termine como Marisela Escobedo, ejecutada en 2010 frente al palacio de Gobierno en Chihuahua, cuando exigía que se castigara el feminicidio de su hija?
Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, ayúdale y deja de dar discursos.
Vámonos: Aumento a 2 mil 800 pesos de la pensión para viejitos. Clientela natural para las elecciones de 2021 y 2024.
albermontmex@yahoo.es @albermontmex