NAUCALPAN, Méx.- Se llama Refugio Ramírez Camarena, pero pocos saben su verdadero nombre, ya que le dice “Güero” el 80 por ciento de las personas que lo conocen, entre ellos, los miles de clientes que ha hecho en 43 años de vender tacos de longaniza, suadero, cabeza, campechanos y la especialidad, de tripa “bien doradita”, en el centro de Naucalpan.
En 1967, cuando tenía 17 años de edad, salió del rancho Barranquilla del Agua, municipio de Jesús María, Jalisco, para ir a probar suerte a la Ciudad de México, ya que, “me gustaban mucho los tacos y no tenía para comprarme uno, trabajaba de sol a sol y el domingo no tenía para comer un pan, por eso me vine a México”, narra don Refugio.
“Empecé en una taquería que estaba cerca de donde hoy es metro Normal. Primero lavando platos, repartiendo tepache, pero a quienes trabajaban en la charola (preparando los tacos), les pagaban más, 30 pesos, y como venía del rancho con ganas de progresar, aprendí rápidamente y después fui encargado del negocio”.
Gracias a la insistencia de su compadre Polo, “en paz descanse”, que vivía en Naucalpan, para que dejara de engordarle los bolsillos a su patrón y pusiera su propio negocio, el Güero decidió buscar un lugar con buena afluencia de personas para vender en la calle.
Vivía en Tacuba y el Centro de Naucalpan le quedaba cerca, consiguió un permiso del Ayuntamiento para vender en la calle Jardín, justo detrás de la iglesia de San Bartolomé, en un carrito de 70 por 10 centímetros, “así de chiquito”, dice Don Refugio dibujando en el aire el puesto móvil.
En seis meses “abrió mercado” y su fama fue creciendo porque la carne de sus tacos era escogida por él mismo, así como todos los demás ingredientes, “si no me deja a mí escoger la carne o los tomates, no le compro a ese proveedor”.
Alrededor de 1973 decidió poner un puesto fijo, con la ayuda de la embotelladora Jarritos, aunque tuvo que dar “unos centavitos”. Nunca le puso nombre a su negocio, no fue necesario porque muy pronto le llamaron los tacos del Güero.
Entre los personajes conocidos que han pasado por su puesto de tacos, incluso algunos lo contrataron para algún evento, se encuentran los actores Luz María Aguilar, La Bodoquito, de Hogar Dulce Hogar; Leticia Perdigón, Norma Lazareno y Arsenio Campos; los entonces presidentes municipales René Martínez Suoverbille, Enrique Jacob Rocha y José Luis Durán Reveles, y desde niño uno de sus clientes más leales es el actual Secretario del Ayuntamiento, Horacio Jiménez.
Don Refugio está agradecido con la vida, ya que gracias a su puesto de tacos y sus clientes, pudo pagarle estudios universitarios a sus hijos, “yo, que ni primaria tuve”.
El secreto del éxito de Don Refugio, es la higiene. “Usted no se puede llegar a comer un taco o la comida que sea, a un lugar que no esté limpio, el personal también debe estar aseado. Aquí se me bañan y se cambian diario, no sé si en la noche, cuando llegan a sus casas lo hagan, porque la mujer los quiera oliendo a tacos, pero eso ya es cosa de ellos”, concluye el Güero y nos invita a comer unos de tripa bien doradita.