El presidente Felipe Calderón aseguró el jueves que el mayor legado de su gobierno será el combate al crimen.
“El esfuerzo que hemos hecho para mejorar la seguridad en México será parte de ese legado…esta ha sido la administración que actuó en ese sentido”, dijo en la primera cumbre regional de las Américas del Consejo Mundial de Viajes.
Y ayer en su alma mater, la Escuela Libre de Derecho, reiteró en que si el Estado mexicano no hubiese actuado, “a estas alturas estaría posiblemente postrado ante el crimen”.
Los poderes de facto habrían sustituido a los oficiales, dijo, y advirtió que en su gobierno a quien viola ley se le castiga “trátese de quien se trate” y sin importar coyunturas electorales.
El jueves, Calderón en conferncia-entrevista con Peter Greenberg, productor del video The Royal Tour –en el que don Felipe se rifa en tirolesa y le entra al deporte extremo-, dijo que será recordado por su lucha contra el crimen y por dejar un México más seguro.
Y pregunto: ¿Los cincuenta o sesenta mil muertos, las miles de viudas, los miles de huérfanos, los miles de hogares enlutados, los periodistas asesinados impunemente, el hartazgo de la gente por la inseguridad no contradicen ese discurso?
En ese contexto encuadra el caso de los tres generales detenidos, asunto de licado, que ha comenzado por lo menos sin contundencia con el arraigo dictado al general de división en retiro, Tomás Angeles Dauahare, y al general brigadier en activo, Roberto Dawe González, y el solicitado anoche por la Procuraduría General de la República (PGR) para el tercer detenido, Ricardo Escorcia Vargas, general de brigada en retiro, además de la captura del cuarto “y último”, según la Sedena.
¿Por qué el arraigo? Porque no tienen pruebas contundentes para convencer a un juez y en ese periodo, en este caso cuarenta días, se reúnen para integrar el expediente y no errar.
¿Por qué llama a la sospecha? Por la época electoral que vive México, asunto nada menor, y porque se basa en declaraciones de los famosos testigos protegidos –cinco al menos-, que ya en otros casos han resultado un fiasco.
Así ha sido en la mayoría de los asuntos más importantes, concluidos en ridículo para la PGR con el clásico “usted disculpe”.
Inevitablemente viene a la mente el llamado Michoacanazo, en el que al menos 30 alcaldes y funcionarios del gobierno del perredista, Leonel Godoy Rangel, fueron detenidos, arraigados y liberados gradualmente por falta de pruebas.
La nota surgió pasadas las diez de la noche del miércoles y fue un auténtico bombazo. Y no es para menos. Angeles Dauahare fue subsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y candidato a titular al comenzar este sexenio. En 2008 pasó a retiro por ley al cumplir los 65 años de edad, pero lo hizo en medio de misterio y especulaciones.
En el caso está en juego no sólo la inocencia o culpabilidad de los generales, sino la imagen del Ejército, brazo fuerte del gobierno federal.
¿Qué puede mover a un gobierno, en este caso de Felipe Calderón, a acusar a tres generales, sí generales, de nexos con el crimen organizado y el narcotráfico?
Ricardo Escorcia Vargas, general de brigada en retiro igualmente, es el tercer detenido. Es acusado también de nexos con los hermanos Beltrán Leyva y fue comandante de la 24 Zona Militar en Morelos, de donde fue retirado en 2007 luego del aterrizaje de una aeronave cargada con cocaína del grupo.
La esposa de Angeles Dauahare argumenta traición y su abogado, Alejandro Ortega, dice que ni siquiera lo han dejado verlo, pese a que existe una carta del militar para nombrarlo su defensor.
Dos veces agregado militar en Washington, secretario particular del titular de la Sedena de 1994 a 2000, Enrique Cervantes Aguirre, y subsecretario de la Sedena de 2006 a 2008. Parece difícil que alguien con ese curriculum y con un salario hoy pensión que debe rondar los doscientos mil pesos fácilmente cayera a estas alturas en las garras del crimen.
Cinismo maestro
Elba Esther Gordillo, profesora y dirigente eterna –“hasta que los maestros ya no la quieran”- del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), dio una muestra más de su poderío y descaro esta semana.
Ante el presidente Felipe Calderón en Los Pinoles, en la celebración del Día del Maestro, La Maestra, como le llaman sin tener ese grado académico, llamó vil, corta de miras y ambiciosa -¿no se mordió la lengua?-, a Josefina Vázquez Mota al referirse a su paso por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Pero, acá entre nos, la neta no hay ni a cuál irle, porque ciertamente Chepina, que no levanta en su campaña ni con un gato hidráulico, le llamaba entonces hasta “querida amiga” y hoy la califica de obstáculo, cacique o cacica, y de ser más mala para la educación que un chiste de Clavillazo o de Resortes.
“Elba Esther Gordillo no volverá a ser un obstáculo para la educación”, dice el spot que lanzó Pina, en una guerra ya abierta y directa apenas la semana que concluye. Y La profesora contestó y hasta pidió a Calderón no desconfiar de su palabra para llevar a cabo la evaluación de los maestros.
Dos días después, el secretario de Educación, José Angel Córdova, dijo que el SNTE no acepta las condiciones para la evaluación. ¿Entonces?
“Mujeres juntas, ni difuntas”, dice el dicho y dice bien.
El movimiento universitario
Los hechos de la Universidad Iberoamericana de hace una semana fueron como el clímax del revulsivo que significó el debate para las campañas políticas y significaron también el inicio de lo que parece ser un activismo en las instituciones de educación superior privadas y públicas.
A través de twitter y facebook, los jóvenes de diversas universidades del país, principalmente de paga, comenzaron un movimiento que ha hecho eco en las públicas o gratuitas y la inercia es hacia el crecimiento.
¿Hasta dónde llegarán? Nadie lo sabe, pero lo cierto es que los estudiantes, acusados por el PRI en un principio de ser izquierdosos –llamados en las redes y en los pasillos de la Ibero frezapatistas-, han aglutinado a un grupo importante de jóvenes y las marchas de ayer así lo muestran.
Muchos dirán que la cantidad de asistentes no es como para preocupar a nadie o para tomarse en cuenta, pero tampoco debe desestimarse, porque basta echar una mirada a las famosas redes sociales para darse cuenta de la capacidad de organización que tienen.
Y mire que el tema educativo en el que, por supuesto, están implicados los estudiantes puede calentarse peligrosamente hasta ser un factor no calculado en las campañas.
Jóvenes de la Ibero, ITESM, ITAM, UNAM e IPN se manifestaron ayer para exigir un manejo de información claro y convocaron a una marcha para el próximo 23 de mayo –día del estudiante, hasta donde recuerdo- coincidentemente. No hay que perderlos de vista.
Chamaqueados en Michoacán
Hasta la noche del jueves fueron liberadas las instalaciones de la Universidad de Michoacán, pese a que desde el domingo pasado se firmó un acuerdo entre el gobierno de Fausto Vallejo y la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) para la excarcelación de diez compañeros detenidos en el Cereso estatal.
Vallejo confió en los jovenazos y éstos desconocieron a sus líderes y los acuerdos firmados. Tuvo que enviar un ultimátum el rector, Salvador Jara Guerrero, para que entregaran los planteles.
Y hay que sumar Ayotzinapa
A ese creciente movimiento habría que sumar el de la Normal rural de Ayotzinapa, Guerrero, donde pese a lo que dice el gobernador Angel Aguirre Rivero, la realidad es que el clima está caliente, caliente, como su estado.
Los estudiantes del Comité de Prensa de la Normal mantienen su exigencia de juicio al mandatario estatal, ya que, acusan, “se ha tendido una cortina de humo en el asesinato de dos compañeros”. Como se recordará, dos jóvenes murieron prácticamente venadeados en la Autopista del Sol, cuando la bloquearon, incendiaron una gasolinera y enfrentaron a los policías federales y estatales.
Lobo anda como ídem
Víctor Hugo Lobo, delegado con licencia en Gustavo A. Madero, anda muy movidito en la campaña, a donde fue enviado para buscar un lugar en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), luego de que fuera bajado de las listas al Senado, en los reacomodos que se dieron para meter a Alejandra Barrales, Mario Delgado y a Dolores Padierna.
Cuentan los que le conocen que Lobo anda como ídem en busca de la presidencia de la ALDF, mismo cargo que tuvo Barrales, ex de Miguel Angel Mancera y con quien trae por cierto un pleito a muerte, luego de que fuera preferido por el carnal Marcelo para ser el candidato del PRD al Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Por cierto, el joven Mancera es la versión Peña Nieto en el Distrito Federal. De papucho, papacito, campanita –por aquello de tan galán, tan galán-, y más no lo bajan las mujeres en sus mítines.
Debate de 150 minutos, sin edecán y en superlibre
Luego del escándalo en el primer debate, donde la edecán playmate pareció enviada como distractor, el Instituto Federal Electoral (IFE) o lo que queda del que construyó José Woldenberg anunció la propuesta para el segundo, el próximo 10 de junio en Guadalajara, Jalisco: 150 minutos, sin atriles, con mesa redonda, sin edecán y con dos moderadores, al estilo de la AAA en superlibre. Sólo le faltó proponer que fuera en una jaula, como los gladiadores del pancracio mexicano.
Ya de salida
Los diputados de la Permanente se sintieron ofendidos por el presidente Felipe Calderón, cuando les dijo dos días consecutivos que son una bola de mentirosos, ya que bloquearon todas y cada una de las propuestas de reforma que les envió.
Los jóvenes legisladores, los que no alcanzaron a saltar por otro hueso, dijeron que no,que nel, que Calderón es el mentiroso.
Patadas de ahogado de los becados.
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