TULTITLÁN, Méx. En menos de tres meses dos migrantes centroamericanos fueron asesinado en la zona de vías de Lechería, cerca de la Casa del Migrante San Juan Diego, cuyos encargados temen que el nuevo crimen, ocurrido el pasado 13 de octubre, detone otra vez las protestas de colonos que exigen la salida del albergue de la comunidad.
El cadáver de María Marisol Ortiz Hernández, de 33 años de edad, originaria de Honduras, fue hallado el pasado 13 de octubre semidesnudo en una zanja ubicada junto a las vías del ferrocarril, a unos 100 metros de la Casa del Migrante.
El 7 de agosto del 2011 fue asesinado el guatemalteco Julio Cardona Agustín, de 19 años de edad, también en la zona de vías de Lechería, en hechos por los que son procesos dos policías municipales de Tultitlán como presuntos responsables del homicidio.
El padre Hugo Raudel Montoya Ontiveros, encargado de la Casa del Migrante, informó que el pasado 30 de septiembre la hondureña Ortiz Hernández pidió apoyo en el albergue para ser repatriada a su país, quien llegó junto con su hijo de entre 10 meses y un año de edad, que llevaba en una carriola.
Aseguró que la mujer mostró su tarjeta de identidad y un documento del Instituto Nacional de Migración que permitía su estancia legal en nuestro país.
Agregó que Ortiz Hernández permaneció casi una hora en el albergue, de las 19:00 a las 19:53 horas, donde se le informó que no podían ayudarla a ser repatriada, pues su estancia en México era legal, de acuerdo al documento del INM que mostró.
El sacerdote aseveró que alrededor de las 20:30 horas de ese mismo día la mujer acudió a la parroquia de San Francisco Chilpan, distante unos 500 metros de la Casa del Migrante de Lechería, y pidió igualmente ayuda, por lo que le informó que en el albergue podría dormir, asearse y alimentarse, aunque la hondureña insistió que lo que necesitaba era apoyo para regresar a su país.
Montoya Ontiveros dijo que al día siguiente, el sábado 1 de octubre, Ortiz Hernández acudió nuevamente por la noche a la parroquia y esta vez solicitó apoyo económico, pues dijo que tenía conocidos en Nezahualcóyotl que podrían ayudarla, por lo que le dio 100 pesos y es fue al última vez que la vio con vida.
El clérigo mencionó que se ignora el paradero del hijo de Ortiz Hernández, por lo que confió que la Procuraduría de Justicia de la entidad y el propio Consulado de Honduras en México busquen al menor y lo entreguen a sus familiares.
Cerca del cadáver de la mujer fueron hallados documentos y en un papel se hacía alusión al estado de Querétaro, dijo el sacerdote.
Agregó que ojalá las autoridades hondureñas ayuden a la repatriación de Ortiz Hernández, con lo cual se cumplirá su última voluntad de regresar a su país, aunque lamentablemente sin vida.
Montoya Ontiveros reconoció que la mayoría de migrantes centroamericanos se refugia en la Casa del Migrante, aunque algunos prefieren permanecer en las vías, donde está detectado que existen problemas de alcoholismo y drogadicción.
Autoridades de la Procuraduría de Justicia de la entidad investigan la muerte de Ortiz Hernández para dar con los responsables.
La llegada de migrantes a la zona de vías de Lechería continúa y el pasado 14 de octubre arribó un grupo de más de 120 centroamericanos, entre ellos menores de 15 años de edad, que se refugiaron en la Casa del Migrante San Juan Diego.
Habitantes de Lechería se manifestaron en agosto pasado, tras la muerte del guatemalteco Julio Cardona Agustín, para exigir la salida del albergue, con el argumento de que genera inseguridad en la comunidad.