La endometriosis es una enfermedad poco conocida que afecta a muchas mujeres en edad reproductiva. Investigaciones recientes han revelado que, aunque en la mayoría de los casos no altera de manera importante la vida de quien la padece en sus primeras fases, a la larga provoca incapacidad creciente para el desarrollo de las actividades y funciones normales. Para muchas mujeres, la parte más grave de tal incapacidad consiste en la esterilidad e infertilidad. El nombre proviene de “endometrio”, término con el que se conoce al revestimiento interno del útero. En condiciones normales, el endometrio aumenta de tamaño si se desprende en cada ciclo menstrual. En las pacientes con endometriosis, este tejido se localiza en diferentes áreas del cuerpo ajenas al útero, y provoca hemorragias abundantes, dolor, inflamación y otros malestares. Se empezó a desarrollar una serie de investigaciones relacionadas con ella desde el siglo pasado, cuando se identificó en algunas pacientes que el tejido de la matriz (endometrio) se encontraba fuera de la cavidad uterina. A esto se le denominó endometriosis, es decir, la presencia del tejido ectópico (fuera de su lugar) acompañado de glándulas y estroma. “Cuando el endometrio penetra el músculo de la matriz, provoca una adenomiosis. “Desde la década de los años 20 de siglo XX han existido diferentes teorías para explicar el origen de la enfermedad. Una de ellas sustenta un reflujo de la matriz hacia las trompas de Falopio, lo que ocasiona que el tejido causante del mal se implante. “Otra tesis apunta que cuando se forma el aparato reproductor de la mujer quedan implantes de este tejido en la región que va desde el ombligo hasta la pelvis. |