POR NORBERTO HERNÁNDEZ BAUTISTA
La rusa, Inna Afinogenova, reconocida periodista independiente vino a charlar con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Las preguntas fueron abiertas, dejando hablar libremente a su entrevistado; sin interrumpirlo, como normalmente sucede con periodistas que quieren lucir más que el personaje; ella vive en España y participa en Canal Red de Youtube, al lado de otros comunicadores que aprecian y ejercen la capacidad de criticar los abusos de grupos de poder, del dinero y de los medios de comunicación oficialistas.
Inna Afinogenova conoce las formas subterráneas y golpistas de la derecha argentina, colombiana, boliviana, peruana, chilena, ecuatoriana, española, alemana y, desde luego, la mexicana. Ha estado cerca de los acontecimientos puestos en marcha por el conservadurismo, para derrocar a gobiernos democráticamente electos. Echan mano de los medios de comunicación donde el primer derrotado es la verdad. Sin el más mínimo recato y escrúpulo difunden noticias falsas masivamente para influir en el ánimo de la población.
La mentira es el material didáctico de su operación política. De ahí se agarran como sanguijuelas, como garrapatas al caballo, buscando desangrar al pueblo que quieren bajo su control y dominio. Dicen defender la democracia, la libertad y los derechos humanos, cuando es justamente lo que detestan. En México, como en otros países donde han ganado los partidos progresistas, la derecha está colérica; no soportan perder sus privilegios, que se ayude a los pobres, a los desfavorecidos. Su odio se manifiesta por distintas formas, son perseverantes; si algo falla, vuelven al ataque con más falsedades, repiten y repiten la dosis hasta lograr movilizar a miles de personas convencidas que defienden una causa justa.
Entre el conservadurismo existen fuertes lazos solidarios, tocas a uno y saltan todos, como palomitas en freidora. Cuando el gobierno mexicano anunció que cobraría 25 mil millones de impuestos a un empresario beneficiado del régimen de saqueo en nuestro país, de inmediato movilizó a su televisora con un montaje para denunciar que en México íbamos al comunismo. Antes, ya habían construido una verdad con cimientos falsos: que íbamos rumbo al chavismo, que estaban en riesgo el INE y la democracia. Miles de ciudadanos salieron a marchar con esa bandera tejida con los hilos de la mentira. Ese es el poder que tienen para distorsionar la realidad y destruir la democracia como derecho de los pueblos.
Inna, que conoce la guerra en Europa, en la franja de Gaza y los horrores que sufren las personas por las luchas armadas regresó a España. Presentó la entrevista en Canal Red y nunca pensó que sería blanco de la derecha mexicana. Su entrevista fue denunciada ante el INE, porque rompía la equidad electoral, cuando esta fue grabada antes de iniciadas las campañas presidenciales en México.
El INE sancionó al presidente, López Obrador, exigiéndole quitar partes de la entrevista, donde menciona a Claudia. Previo a la denuncia, la entrevista tenía tres millones de visitas en redes de AMLO y millón y medio en Canal Red, pero la queja la viralizó de nuevo. Sin embargo, ante la guerra digital contra Claudia Sheinbaum, la campaña narco presidente y narco candidata y frente a quiénes están detrás de estas campañas y su financiamiento, el INE nada ha dicho.
¡Si esa rusa metiche, zurda, chaira vino a meterse a México, ahora verá! Y que traen a una española, a la marquesa Cayetana Álvarez de Toledo, de corte fascista y franquista, para hablar de los peligros del populismo y en favor de Xóchitl Gálvez.
La entrevista de Inna sigue viva en Canal Red, de ahí no la puede bajar el INE ni la derecha.