Cuando la leí, no daba crédito.
Una carta, un comunicado del Gobierno de la República, oficial, con una redacción poco seria, con frases populacheras, dirigida al Parlamento Europeo.
Lo primero que pensé fue que era falsa.
Fake, como le dicen los exquisitos en las redes.
Pero no.
La carta aparece en la página de Presidencia.
Volví a desconfiar.
-Acaso la hackearon, me dije.
No.
La carta, la misiva y, sobre todo, el texto, son reales, auténticos.
Más aún, escrita por Andrés Manuel López Obrador.
Sí, por el mismo presidente.
La constante de quienes saben de política y relaciones exteriores era la noche del jueves que esa respuesta a los eurodiputados no podía ser del gobierno de México.
Y que defendía a López Obrador.
Que se trataba de un culto al ego y a un líder, a un mesías, pero no a una nación.
Hasta el convenenciero Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo (PT), y la no menos acomodaticia Patricia Armendáriz, diputada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se atrevieron a criticar la publicación.
“La verdad que sí. Me parece muy desafortunado. Pensé que era falso. Pero me parece, por decirlo suave, poco diplomático; podría ser enérgico sin ser panfletario”, tuiteó el saltimbanqui de San Lázaro, que bloquea en sus redes a quien osa criticarlo.
Tres doritos después, como dicen los memes de las (ya no tan) benditas redes sociales, el izquierdista comunista que gusta del materialismo y del pecaminoso y golpista capital, reculó:
“Comparto en esencia lo planteado por el documento. Se pueden plantear cosas tan duras o más sin ningún problema. Me parece un error utilizar la palabra borregos, que permite que se salgan por la tangente de las cosas de fondo y citar a una empresa encuestadora que yo ni conozco”.
Y Armendáriz, igual:
’Por favor @SRE_mx favor de salir a desmentir que este burdo escrito provenga efectivamente del @GobiernoMX @lopezobrador_’’, publicó la actuaria que debería dedicarse a otra cosa.
“Mi solidaridad con la respuesta de @lopezobrador_ que no es una pieza de diplomacia pero pone un basta a este tipo de ataques de mexicanos usando órganos extranjeros de presión”, escribio sin vergüenza.
¡Qué congruencia de ambos!
Dejaran de ser un par de vividores.
En la oposición, obvio es, las críticas a esa burda y corriente carta que tiene de diplomacia lo que Mario Delgado, líder de Morena, tiene de original, auténtico –un burgués que hoy utiliza el lenguaje de su patrón y promotor y dice defender a los pobres- y agradable se dieron naturalitas.
“Es lamentable que los parlamentarios europeos se sumen como borregos a la estrategia golpista del grupo corrupto”, dice entre otras linduras el boletín emitido ya cerca de la medianoche.
Y continúa, como si los 700 diputados europeos supieran a la perfección quién diablos es Benito Juárez, si Andrés Manuel tiene una preferencia de 60 puntos porcentuales o si es de los presidentes más populares no sólo del mundo, sino del universo.
Esta cuarta transformación o transformación de cuarta lleva al país al despeñadero, como decía el eterno candidato cuando andaba en campaña y se refería a Enrique Peña Nieto con quien, como éste con Felipe Calderón Hinojosa, hizo un pacto de impunidad a cambio de dejarlo pasar.
Ser periodista en México, de alto riesgo
Y eso no es todo.
Como siempre sucede, en la mañanera de ayer –viernes- ratificó lo dicho:
-Llamarles borregos no es falta de respeto, dijo.
La eurocámara se atrevió a asegurar que en México ser periodista es más peligroso que ser corresponsal de guerra.
Y a pedir a este gobierno no estigmatizar a los periodistas ni a quienes trabajan en los medios de comunicación.
¿Qué dijo López Obrador?
Lo de siempre: que no son iguales, que en este gobierno se acabó la persecución y que se respeta la libertad de expresión.
Pero volvió a resbalarse cuando dijo que de cinco mil asesinados en dos meses y medio que han transcurrido en 2022, sólo –sí, sólo- han muerto cinco periodistas.
¡Ah, bueno!
De entrada, han sido seis los periodistas que han muerto en lo que va de este año, no cinco. Y haciendo a un lado el homicidio de un hombre a quien no se calificó como trabajador de un medio de comunicación, impreso, electrónico o digital, sino como empleado de un bufete jurídico.
Y, así, volvió a rechazar que en su gobierno se persiga a los periodistas.
Hasta dijo que va a enviar información a los diputados porque, asegura, podrían estar desinformados y manipulados.
Ser borregos, pues.
Vámonos: Michoacán es sólo una muestra de lo que es el país.
Aunque los aplaudidores de López Obrador lo nieguen.
abermontmex@yahoo.es @albermontmex