¡Ah, bueno!
Los aviones de Estados Unidos que Donald Trump envió para espiar a México no violaron el espacio aéreo nacional.
Sólo se aproximaron, pero se mantuvieron siempre en área internacional, en la zona de Baja Californa.
Claudia Sheinbaum Pardo asegura que el incremento súbito de una operación cotidiana mensual a ¡dieciocho! en diez días nada tiene que ver con los acuerdos que alcanzó con Trump a cambio de que no impusiera un arancel de 25 por ciento a toda la mercancía exportada hacia Estados Unidos.
Pero Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional, por error o falta de experiencia, reconoció que los aviones del Pentágono sí podrían haber espiado a México, especialmente la costa del Pacífico en la región de Sinaloa, donde… ¡bingo! gobierna el cártel de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán con la complicidad y sometimiento de Rubén Rocha Moya, emanado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
-No podemos descartar el espionaje, porque no sabemos lo que hicieron, contestó el general visiblemente contrariado en la conferencia de prensa a la pregunta de una repotera.
El pobre Trevilla debió haber recibido una regañiza, porque le faltó experiencia y colmillo para responder a los molestos e incómodos reporteros.
Según el jefe de la milicia mexicana, la Defensa otorga permisos para sobrevuelos, pero -en esta ocasión- no recibió solicitud alguna.
-Tenemos regisrado que el 31 de enero y el 3 de febrero hubo vuelos de aviones estadounidenses, pero en espacio aéreo internacional.
Queda claro que Trump va en serio en contra de los cárteles mexicanos, a los que el ignorante Andrés Manuel López Obrador daba abrazos, no balazos, porque, decía, “también son seres humanos”.
Sheinbaum asegura que no se acordó eso con Trump, pero es evidente que así fue, porque, parafraseando al tabasqueño, “los pilotos de esas aeronaves no se mandan solos”.
Y aún faltan más sorpresas del gobierno estadounidense con México.
Vámonos: Mónica Soto, presidenta del Tribunal Electoral, insiste en exigir a Norma Piña Hernández, Alfredo Gutiérrez, Jorge Pardo Rebolledo y a Javier Laynez Potyzek, ministros de la Suprema Corte, no votar respecto a las suspensiones de amparo concedidas por jueces federales de Michoacán y Jalisco contra la reforma judicial.
Mientras, Soto comtinúa entregada al gobierno de cuarta.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex