RÍO DE JANEIRO, Bra.- La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, denunció hoy que el país está “a un paso de un verdadero golpe de Estado” y dijo que si ella es juzgada también lo será la democracia, en un emotivo discurso de defensa pronunciado en el Senado a 48 horas de que el plenario vote su manutención o deposición definitiva por juicio político.
“Ante las acusaciones de este proceso no puedo no tener un gusto áspero y amargo de la injusticia y lo arbitrario. Como en el pasado, resisto. No esperen de mí el obsequioso silencio de los cobardes”, dijo con solemnidad Rousseff, realizando un paralelismo entre el proceso “impeachment” y su pasado como víctima de la dictadura militar.
“En la lucha contra la dictadura sufrí en mi cuerpo las marcas de la dictadura. Vi a compañeros ser violentados e incluso asesinados. En la época tenía miedo de la muerte y de la tortura. Pero no cedí, resistí a la tempestad de terror que comenzaba a consumirme”, aseveró, en una sesión televisada en directo en Brasil y en el extranjero.