CUAUTITLÁN, Méx.- Con el misticismo de un escenario sacro y la grandeza de voz de una interprete que lo mismo canta ranchero, baladas y hasta música popular de Cri-Cri, se realizó el concierto-recital de Eugenia León para recaudar fondos para la construcción del Templo de la Siempre Virgen María de Guadalupe y Casa de San Juan Diego, en esta ciudad.
Acompañada por el Mariachi Sonidos de América, Eugenia León deleitó a más de 500 personas que se dieron cita al concierto-recital que organizó el comité de reconstrucción del Templo de la Siempre Virgen María de Guadalupe y Casa de San Juan Diego, en Cuautitlán México, que encabeza el presbítero Alejandro Torres López y el politólogo Norberto Hernández Bautista.
Eugenia León deleitó al público asistente con canciones rancheras como “Mi gusto es” con la que inició su presentación, luego cantó “México Lindo y Querido”, entre otras; a tres canciones de iniciado el concierto, la interprete sorprendió al público al cantar un par de baladas acompañada del pianista Rossino Serrano, con quien cantó la pieza “Los pájaros pérdidos” y “Luna”, además de canciones populares como “La Bruja” y ‘La Muñeca fea” de Gabilondo Soler, Cri-Cri.
Tras una pausa a medio concierto, momentos en que los asistentes aprovecharon para tomarse un café de olla, un tequila, probar un tamal oaxaqueño o un elote que ofertaban mercaderes que también contribuyen para la recaudación de fondos para la reconstrucción del Santuario, el Padre Alejandro Torres López exhortó a los presentes a conocer el templo, el museo y la historia que envuelve a la Casa de Juan Diego, ubicada bajo el Santuario El Cerrito, mientras tanto Norberto Hernández Bautista, ratificó su compromiso de culminar el proyecto trazado de la reconstrucción, pues afirmó “Cuautitlán México y su historia tiene que se conocida en todo el mundo”.
Posteriormente, con los acordes del mariachi Sonidos de América, dirigido por el maestro Roberto López, Eugenia León interpretó “Fallaste Corazón”, “Amor Eterno” y se despidió con “Serenata Huasteca” para dar paso a la pieza final interpretada por los músicos del mariachi que le cantaron a la Virgen Morena del Tepeyac.