TOLUCA, Méx.- Esta edición del Festival de las Almas representa una forma de acercamiento al arte y la cultura de manera segura y ofrece al público una visión del sur del estado, del país y de América para contagiar sus ritmos y tradiciones como parte del hermanamiento que fortalece la cultura y la vuelve universal.
En esta ocasión se dieron cita en el escenario principal de Valle de Bravo, María Inés Montilla, Ernesto Anaya y Juan Martín Medina para rendir un homenaje a la sudamericana Mercedes Sosa con el concierto “Nadie puede parar el viento”.
Mercedes Sosa es considerada una de las representantes más sobresalientes de la música popular en América Latina. Con reconocimiento mundial, fue una mujer que promovió la música con mensajes sociales y humanitarios, lo que ha convertido su voz en la voz de quien lucha por la libertad e igualdad.
En este concierto, que también se pudo disfrutar a través de redes sociales, los tres artistas expresaron al público su admiración por la argentina, al tiempo que interpretaban parte del repertorio en sus diferentes épocas y estilos.
Entre las interpretaciones no pudieron faltar, Razón de vivir, Todo cambia, Canción por todos, Cuando tenga la tierra y Duerme, negrito, por mencionar algunas, donde el público del Festival de las Almas, conocedor de lo que hizo Mercedes Sosa, disfrutó del concierto, cantó y aplaudió con el gusto de saberse parte de esta fiesta cultural.
Durante el día, el teatro se hizo presente con la puesta en escena “Hacia el corazón del único mundo”, en el Museo “Joaquín Arcadio Pagaza”, obra ganadora del Certamen de Publicación de obra 2014-2015, de la Secretaría de Cultura y Turismo.
En ella se habla de la formación del Universo y de la fundación de Tenochtitlán, aborda diferentes leyendas con una atractiva propuesta que con mucho humor retoma libros como el Chilam Balam, el Popol Vuh y Memoria del Fuego, de Eduardo Galeano.
La danza llegó con el árbol de Gingko que presentó “Las formas del silencio”, mientras que Hikuri presentó danza folclórica haciendo un recorrido por los ritmos del sur de nuestro país.
Por su parte, los Hermanos Tavira enamoraron al público con singular estilo calentano y pusieron a bailar al público que pedía “gustos”, un tipo de canciones propias de la Tierra caliente: “Gusto federal”, “La Pichacua”, el vals “Algún día lo sabrás”, “Maracumbé y “Danzón apasionado”, para cerrar con los versos: Adiós porque no es la mía / la vida es de otro poder / yo ya estoy de despedida / Adiós para no volver / Astro de la luz del día / Jamás te volveré a ver.
Las actividades del Festival de las Almas continúan a través de redes sociales de la Secretaría de Cultura y Turismo, Facebook y Twiteer @CulturaEdomex, además de que en los eventos presenciales, ubicados en diferentes foros de Valle de Bravo, cuentan con un estricto protocolo de sanidad para cuidar todos de todos.