Los gobernadores de Acción Nacional (GOAN) saben que son la única opción real y que, si alguna posibilidad hay de quitarle la Cámara de Diputados a Andrés Manuel López Obrador en 2021, es con ellos a la cabeza.
Ante el huracán que significó la llegada del tabasqueño y su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en 2018, con 31 millones de votos y con el control en el Congreso, la elección intermedia es un tanque de oxígeno para la sofocación que aún viven.
Andrés Manuel no ha querido ayudar a los gobernadores con recursos extras para enfrentar la crisis por coronavirus y les ha pichicateado lo que por ley les corresponde.
Las llamadas participaciones.
Ha mantenido un enfrentamiento constante y ascendente con la mayoría, excepto con aquellos que se entregaron desde el principio, obligados por las circunstancias y la dolorosa realidad: a nadie le conviene pelear con el presidente, porque va de por medio el pueblo al que se deben.
Ahí está Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, quien se dobló luego de culparlo, incluso, de las manifestaciones y el vandalismo en su estado tras el asesinato de Giovanni López a manos de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos.
En política no hay coincidencias y, como decía presuntamente Jesús Reyes Heroles, un clásico de la época de la otra mafia del poder, del otro conservadurismo y del otro neoliberalismo, en política la forma es fondo.
Los panistas se reunieron el fin de semana en Dolores Hidalgo, Guanajuato, cuna de la Independencia.
Ahí, por otro lado el estado más violento y sangriento del país hoy, Mauricio Vila, Carlos Mendoza, Martín Orozco, José Rosas Aispuro, Francisco Domínguez, Carlos Joaquín y Francisco García Cabeza de Vaca fueron huéspedes de Diego Sinhue Rodríguez.
En un mensaje conjunto, aseguraron que las familias mexicanas viven con preocupación, angustia, decepción y enojo.
-A todas ellas queremos decirles: no están solos, sí hay de otra, sí es posible evitar la ruina, sabemos lo que hay qué hacer para que su hogar sea próspero y su familia viva sana y sin miedo.
México no puede desandar el camino del federalismo, de los contrapesos ni de la libertad. No hay lugar para el regreso a una suerte de república monárquica.
Un mensaje directo que, ciertamente con lugares comunes, deja ver cómo los mandatarios del albiazul ya están pensando en esa elección.
La semana pasada, Andrés Manuel dio a conocer en Palacio Nacional la presunta existencia del Bloque Amplio Opositor (BOA), en el que se han integrado todos los opositores a su administración, incluidos los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox para quitarle la Cámara y echarlo en 2022, mediante la revocación de mandato.
Y que la estrategia será destacar las decisiones que ha tomado en su gobierno, considerados errores, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco; recortar el gasto en toda la administración al grado del exceso; invertir en refinerías y en Pemex; la devaluación del peso y la caída de la economía bajo cero, entre otros.
Ayer, en Veracruz, en el arranque de su segunda gira en plena pandemia, dijo:
-Es un asunto político y estrictamente diría politiquero, pero somos libres. Prohibido, prohibir.
Ya van a venir las elecciones.
Que se vayan agrupando, un grupo reaccionario.
Nada más que como decía el presidente Juárez: el triunfo reaccionario es moralmente imposible, dijo en su segunda gira en plena pandemia.
El que se tiró al piso fue Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, quien llamó a los gobernadores hasta golpistas y separatistas.
¿Sabrá lo que significa separatistas?
Entre GOAN y BOA, lo cierto es que 2021 es la única oportunidad para que la oposición limite el poder que tiene Andrés Manuel, porque, de arrasarlos, la segunda mitad del sexenio será como la primera: con errores y decisiones absurdas, pero toda de un solo hombre.
Toda de López Obrador.
-¡Tuvo más derecho la mamá de El Chapo, que nosotros!
Esa es la frase del día.
Son familiares desaparecidos que recibieron a Andrés Manuel en Veracruz y pedían ser escuchados.
Vámonos: El cubrebocas sirve. Lo dice un científico premio Nobel y mexicano: Mario Molina.
Y hasta asegura que Andrés Manuel debería usarlo y enviar un mensaje a los mexicanos.
Por cierto, ayer sí se dejó tomar la temperatura y aceptó el gel antibacterial.
Aún así, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, pone en duda la efectividad del tapabocas.
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