Esfumada la euforia patriótica, el pozole y el Grito en el que al presidente Felipe Calderón le acosaron con rayos láser en pleno balcón central de Palacio Nacional, la semana dejó muy mal parada a su administración, que en dos meses y ocho días terminará.
Al asesinato de tres diputados se sumó la fuga de 132 reos del penal de Piedras Negras, Coahuila –sí, ya sé que la administración es estatal-, y, luego, la explosión en la planta de gas de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Reynosa, Tamaulipas. Para el calderonismo el saldo en seguridad y en la cacareada renovación del sistema penitenciaro es absolutamente negativo.
La fuga de Joaquín El Chapo Guzmán en enero de 2001 del penal de Puente Grande, Jalisco, un mes después de que asumiera la presidencia Vicente Fox, es acaso el más escandaloso caso de evasión de reo que se recuerde, debido al sello que Calderón le dio a su sexenio, con la guerra al narcotráfico como bandera.
Y aunque razón no le falta al michoacano cuando asegura que la administración del penal de Piedras Negras, de donde se fugaron los #Somos132, corresponde al gobierno de Coahuila, donde Humberto Moreira Valdés colocó a su hermano, Rubén, como gobernador, no debe olvidarse que el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, presumió seis años que terminaría con la corrupción en los penales, que se construirían doce, luego ocho y hoy quién sabe y que se reubicaría a al menos veinte mil reos federales recluidos en cárceles estatales.
Imagínese: en el país hay 429 penales, 316 estatales, diez en el Distrito Federal, 91 municipales y 12 federales, con capacidad para 187 mil 378 reos, pero actualmente –de acuerdo, hay que restar los 132 fugados-, hay 232 mil 937 internos y 52 por ciento no ha recibido sentencia.
Y se echan la bolita
Don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa se encargó de echarle más leña al fuego, al presumir en twitter que en ningún penal bajo custodia del gobierno federal ha habido fuga alguna en seis largos años y calificar de deplorable la ocurrida en Piedras Negras, donde de los 132 fugados 86 son del fuero federal y 46 del fuero común.
“Deplorable la fuga del penal estatal de Piedras Negras. Debe corregirse la vulnerabilidad de instituciones de justicia estatales.
“En los últimos seis años se han fugado más de 1,000 reos de penales estatales. De los penales federales, ninguno”, twiteó muy orondo.
En Reforma y San Lázaro, los aún incipientes senadores y diputados del PRI y el PAN se echaron la bolita como acostumbran.
Los panistas se aprestaron a pedir la cabeza de Rubén Moreira. Roberto Gil, mil usos del calderonismo –su último cargo fue el de coordinador de la campaña de Josefina-, se tiró a matar y acusó a Coahuila de ser el paraíso de las fugas.
La priísta y secretaria general del tricolor, Cristina Díaz, obvio, echó la pelota a la federación al culparla de saturar los penales y de no tener estrategia anticrimen.
Entre los diputados no fue distinto. El colmilludo Manlio Fabio Beltrones reconoció que son penales estatales, pero culpó al gobierno de Calderón de no reubicar a los reos del fuero federal.
El coordinador del PAN, el guanajuatense Alberto Villarreal, dijo que la corrupción se esconde bajo las enaguas de los gobiernos estatales.
“Me parece muy poco jabón para que se pueda lavar la cara el gobierno de Coahuila”, remató. Beltrones Rivera hasta pidió a Calderón no aflojar, porque en los dos meses que restan a este gobierno se le puede salir de control el país.
¿Y Moreira? Calladito, calladito.
Pero no sólo la fuga en sí es grave. El sistema penitenciario es un fracaso más de este gobierno, que se irá el 1 de diciembre y dejará una serie de asuntos sin resolver. La guerra contra el crimen no se ha ganado, el número de delitos y las muertes violentas se han disparado –la cifra oficial ronda los 60 mil muertos, pero se calculan en cien mil-, y el malestar social in crescendo.
Contradicciones
Y por si fuera poco, las contradicciones. Coahuila dijo primero que se fugaron por un túnel de siete metros, construido desde el taller de carpintería y donde un obeso no cabría ni empujándolo. Es decir, tendrá acaso setenta centímetros de ancho.
Luego, tras recapturar a tres –sólo les faltan 129-, reculó. Que no, que se fueron por la puerta principal y que aflojaron un billete, que Los Zetas están detrás y que se los llevaron para reclutarlos. Igualito que en la Revolución: se los llevan pa’ la bola.
¿Y los 12 mil millones de pesos que anunció Calderón para infraestructura carcelaria?
No hay tecnología
Mmmm, y la procuradora general de la República, Marisela Morales Ibáñez, se aventó una chulada de declaración en la firma del acuerdo hemisférico de cooperación contra el crimen, al asegurar que en el caso Tres Marías, donde federales venadearon una camioneta con un marino mexicano y dos agentes de la CIA, hay un video… que no pueden ver, porque no se cuenta con la tecnología.
¡Hágame usté el favor!
Si la PGR no tiene ni siquiera una videocaseterea Beta, VHS, DVD, 8 milímetros, HD (High Definition) o Bluray o lo que se le parezca, ¿qué se puede esperar? Por qué no envía a un par de mal encarados agentes federales a la Plaza Meave, donde cualquier chavo le transfiere el video, igualito que los de bodas, quince años, bautizos, presentaciones y eventos escolares, al formato que desee. ¿Verdad?
Semana decisiva para la reforma laboral
El próximo domingo deberá estar discutida la iniciativa de reforma laboral que envió Calderón con carácter de preferente, como está previsto en la ley, pero sindicatos, partidos y anexaods ya han advertido que no pasará… al menos como la envió al Congreso.
Embarazos de la pareja, acoso sexual y despido automático, contratos de prueba, temporales, dizque para foguear a los jóvenes, que cada año egresan y buscan chamba sin encontrarla, y transparencia en la elección sindical y financiamiento destacan en la propuesta.
Y no todo es negativo, aunque ciertamente hay puntos gandallas.
Quienes más se oponen son los líderes sindicales, en su mayoría… diputados o senadores. ¿Qué bonito verdad? Y no crea que por defender a los trabajadores, sino por mantener sus canonjías, riquezas malhabidas y comodidades de jeque.
‘No maximicemos’
Y a propósito de líderes sindicales, ¿qué tal la que se aventó Carlos Romero Deschamps, dirigente de los trabajadores petroleros y senador?
Tras la tragedia en Reynosa, donde murieron 30 empleados –la mayoría subcontratados-, dijo que para qué hacer tanto ruido estando el suelo tan parejo.
“No hay que maximizar un evento que no lo merece”, dijo y añadió: “Muy lamentable, muy lamentable, pero, bueno, trabajamos en una industria de riesgo”. (Sobre todo él) Mientras, sufre en su yate que tiene en Cancún y en su jet.
Grupos de choque
Quienes creyeron que con el fin del sexenio se terminará la violencia y el narcotráfico erraron. La reciente gira de Enrique Peña Nieto por Centro y Sudamérica confirma lo que ya se supo desde que anunció que Oscar Naranjo, ex jefe de la Policía Nacional colombiana, será su asesor en seguridad: que Colombia será referente.
Allá se llama Plan Colombia, aquí Iniciativa Mérida, ya aplicada con Calderón.
La imagen de Pablo Escobar abatido en el tejado de una finca en 1993 es símbolo del éxito de la estrategia colombiana contra el crimen y narcotráfico, pero de ninguna manera significa que el tráfico de drogas haya desaparecido. Cierto que Naranjo fue considerado en su momento el mejor policía del mundo, pero no debe olvidarse que su éxito fue con la ayuda de Estados Unidos.
Naranjo ha dicho que en México se necesitan grupos de choque mixtos -Ejército, Policía Federal, estatal y hasta municipal, sin importar cuál posee la información- para ir por objetivos específícos.
“Lo que he hecho es un llamado para que se establezcan estrategias diferenciales. Luchar contra el narcotráfico tiene que significar disminuir niveles de violencia.
“Está bien perseguir a los narcotraficantes para capturarlos, pero no está bien no tener grupos elites persiguiendo a los homicidas para someterlos a ley, escuadrones de sicarios que llamamos las ‘oficinas de cobro’. A esos grupos sicariales hay que darles también la importancia para controlar los niveles de violencia.
“En los primeros 100 días (del nuevo gobierno) hay que fijar una meta de reducción de violencia. Puede salir mal. Puede salir bien, pero hay que jugársela”, aseguró. Y anoche dijo que la serie de críticas que le han llovido son producto de una campaña del narcotráfico en su contra.
Y prueba de que el crimen está cada vez más cerca del Distrito Federal son los operativos que comenzaron en Nezahualcóyotl, a solicitud del gobernador Eruviel Avila.
La serie de hechos violentos desde hace dos meses y agudizados con el enfrentamiento entre Antorchas en Chicoloapan hace dos semanas, la ola de crímenes y el asesinato del diputado del PRI, Jaime Serrano Cedillo, derivaron en esa solicitud.
Y aunque el crimen resultó ser por violencia doméstica, la vigilancia en Neza ya está. ¿Ebrard? Dice que el DF no necesita al Ejército… por ahora. No debe desestimarse lo sucedido con los explosivos hallados precisamente esta semana.
¿Ebrard, AMLO o Mancera?
Marcelo Ebrard reiteró que va por la candidatura presidencial de la izquierda en 2018, que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) requiere una reestructuración y que está harto de las tribus y sus excesos.
Buen discurso y proyecto del jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), pero la neta suena complicado y lo que le sigue, debido a que Andrés Manuel López Obrador no se irá a La Chingada –rancho que heredó de su familia en Chiapas- como prometió al reunirse con empresarios en la campaña presidencial pasada, y a que a Miguel Angel Mancera, sucesor a partir del 1 de diciembre en el GDF, también le late su corazoncito, ciertamente inexperto ahora, pero seguramente fogueado para 2018. A que izquierdosos tan adelantados.
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