CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Un grupo de científicos encontró evidencia de que el cáncer es una enfermedad mucho más antigua de lo que se estimaba, ya que halló rastros de la afección en un hueso fosilizado de homínido que data de hace 1.7 millones de años.
Los restos óseos es uno de los primeros ancestros humanos, Homo ergaster o Paranthropus robustus, y fueron descubiertos en una cueva de Swartkrans, sitio prehistórico y paleoantropológico considerado Cuna Patrimonio de la Humanidad.
La incidencia de neoplasias en el linaje humano extinguido es rara, sólo se han confirmado contados casos que datan de los últimos años del Pleistoceno.