TEXAS, EU.- El pánico se apoderó hoy de miles de automovilistas en las distintas ciudades de Texas, que este jueves formaron largas filas en las estaciones de gasolina, ante el temor de que los efectos del huracán Harvey generen una escasez de combustible en los próximos días.
Los precios de la gasolina en Texas se dispararon en unos 30 centavos el galón (3.7 litros) en las últimas 48 horas, para ubicarse en 2.48 dólares el galón, luego que el huracán obligó a cerrar unas 14 refinerías a lo largo de la costa de Texas y Luisiana, incluyendo Motiva Enterprises LLC, en Port Arthur, la mayor de Estados Unidos.
A consecuencia de Harvey, la capacidad de refinación de gasolina se ha reducido en unos 4.25 millones de barriles diarios, para registrar su nivel más bajo desde 2010, de acuerdo con la firma de análisis de mercados Morningstar Commodities Research.
La incertidumbre sobre cuánto tiempo podría durar la escasez provocó que los precios se elevaran y causó pánico entre los automovilistas, que desde la noche del miércoles han acudido a las gasolineras en masa para abastecerse.
Las compañías petroleras no han informado aún cuándo esperan que las refinerías vuelvan a reactivar sus operaciones.
Sin embargo, los analistas no prevén una escasez de largo plazo, ya que no existe evidencia de que las refinerías en la costa del Golfo de Texas hayan sufrido daños serios.
En el corto plazo, la escasez de gasolina con frecuencia se crea por el pánico de las personas que acuden en masa a llenar sus tanques, debido a que la repentina demanda altera el sistema de abastecimiento.
Como resultado, las entregas regulares a las estaciones de gasolina, que se basan en la demanda estacional normal, resultan insuficientes para satisfacer a los consumidores.
Este jueves, en las grandes ciudades de Texas como Dallas, Austin y San Antonio, decenas de estaciones de gasolina se encontraban ya sin combustible y en aquellas que aún tenían reservas se podían ver largas filas de automovilistas esperando llenar sus tanques.