Hay tiro en el Estado de México.
La alianza Va por México está en la pelea y eso lo saben en Palacio Nacional.
El riesgo que existía de ruptura porque Enrique Vargas Del Villar no aceptaba dejar la candidatura del Partido Acción Nacional (PAN) para que se mantuviera el acuerdo está prácticamente desechado.
Al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aseguran que el dos veces alcalde de Huixquilucan por el albiazul podría ser sena dor y hasta armar una especie de equipo con alcaldías importantes, que le den fuerza para la siguiente elección mexiquense.
Es joven y tiene fuerza, así que puede esperar la próxima, afirman. Y en Palacio Nacional hay preocupación.
Andrés Manuel López Obrador sabe que contra la unión que en 2021 le arrebató nueve de dieciséis alcaldías en la Ciudad de México (CDMX) y el llamado Corredor Azul en el Estado de México, entre otras alcaldías importantes, no basta con regalar dinero a manos llenas, como hace.
Ni con el Cártel de Texcoco, que integran Higinio Martínez, Horacio Duarte y Delfina Gómez, la candidata disfrazada de Morena al gobierno estatal.
El Estado de México, como la Ciudad de México están divididos entre quienes votan y votarán por Va por México y quienes lo hacen y lo harán por Morena.
Es izquierdaderecha.
Así están los dos mapas políticos.
La fusión de PRIPAN y PRD sí puede competir a Morena, porque, además, su eterno aliado o rémora, el Partido Verde Ecologista que ni es partido ni es verde ni ecologista ha dicho que irá solo.
Eso le resta puntos al partido que inventó y administra Andrés Ma nuel a través de su florero Mario Delgado Carrillo, que sólo hace lo que le ordena el ocupante de Palacio Nacional.
El voto está pulverizado lo que, en teoría, favorecería a Morena pero nada más falso: le resta en la ventaja.
Eso y una buena campaña en la que se ataquen las debilidades de Delfina, como el diezmo que cobraba a los trabajadores de Texcoco cuando fue alcaldesa para dárselo a López Obrador y al movimiento morenista.
Ahí está la clave.
Hacer ver a los votantes que miente y que no tiene calidad moral para ser la candidata ni, mucho menos, la gobernadora.
LA VOTACIÓN SALVÓ LA ALIANZA
La votación del PRI en la reforma electoral constitucional salvó la alianza, como le dije en la anterior entrega.
Los panistas como Santiago Creel y Marko Cortés, diputado y líder del partido, respectivamente, habían advertido que si el tricolor, que dirige Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, votaba a favor de la reforma, la coalición habría muerto.
Pero como se mantuvo el tricolor, entonces se mantendrá. El que no está contento es Miguel Angel Osorio Chong, quien junto a Claudia Ruiz Massieu han hecho todo desde el Senado para tirar a Alito.
No han podido.
Y es que ganar el Estado de México y Coahuila en 2023 debe ser prioridad para PRI, PAN y PRD porque, perder, significaría entregar prácticamente el 2024.
Vámonos: Ricardo Monreal advierte que en el Senado no habrá fast track para el Plan B.
De eso depende su futuro y lo sabe. Y lo quiero ver.
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