Guerrero está en manos de los criminales.
Ayer se conocieron dos videos en los que presuntos integrantes del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) golpean a trabajadores del transporte público, así como a dos checadores, porque no han cumplido la orden de informarles todo: a qué hora salen, a qué hora regresan, a dónde van, quién maneja la unidad y más.
Todo y si no cumplen con la línea -orden-, deben atenerse a las consecuencias: una golpiza, cachetadas, patadas, puñetazos y mentadas de madre.
En una de las grabaciones, los malandros golpean a un checador, mientras otro hombre de la tercera edad, presunto chofer, es tableado, sí, tableado por un tercer delincuente.
En otro, los mismos malvivientes golpean a un joven indefenso y que calza huaraches. Los dos sujetos no dejan de golpearlo y de ordenarle no cubrirse el rostro con las manos “o se las quiebran y ya no podría trabajar”.
¿Y para qué, entonces, están ahí los elementos de la Guardia Nacional y del Ejército, destacados, presuntamente para auxiliar a los acapulqueños afectados por el huracán Otis?
Es indignante cómo los maltratan, los abusan impunemente.
Mientras, el señor que habla de austeridad y vive en un palacio lo niega todo y acusa a los conservadores, a los neoliberales, a los adversarios, de montar escenarios y de pretender atacar a su gobierno.
¿Y Andrés Manuel López Obrador?
¿Y Evelyn Salgado Pineda?
¿Y el padre de la fracasada gobernadora, el senador y frustrado candidato de Morena, Félix Salgado Macedonio?
No existen.
Qué pena si a Acapulco, de por sí afectado por la presencia del crimen organizado, lo olvidan los gobernantes.
Con razón López Obrador no quiere ir, porque sabe que mentadas de madre es lo menos que recibirá y no sólo por abandonar a los acapulqueños cuando el huracán Otis los devastó, sino por su cinismo, su descaro, al asegurar que los mexicanos están felices.
Para continuar, ahí mismo en Guerrero, el asesinato de otro normalista de Ayotzinapa a manos de policías pone el ambiente al rojo vivo, justo cuando los familiares y amigos de los 43 rompieron una puerta en Palacio Nacional con una camioneta de la CFE y acusaron a López Obrador de ignorarlos.
Se le ha complicado el panorama al farsante de Palacio.
ACUERDO POR LA PAZ
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) logró lo que hasta ahora nadie: reunir a las dos candidatas presidenciales y al rémora que si tuviese madre no hubiera aceptado el rol de patiño.
Xóchitl Gálvez aceptó todos los puntos del Acuerdo por la Paz que promovieron los clérigos, y prometió desmilitarizar al país.
Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, aportó ideas pero nada en concreto.
¡Ah, pero la nota llegó con Sheinbaum!
La ex jefa de gobierno de la CDMX firmó, pero dejó en claro que no está de acuerdo en que México esté en riesgo, en el diagnóstico catastrofista que se hace ni en que el país esté militarizado.
Otro error de la morenista que ya se siente ganadora de la elección cuando faltan 80 días y bien podría llevarse una sorpresa.
Vámonos: En la CDMX, Santiago Taboada va en caballo de hacienda para ser el primer jefe de gobierno emanado de esa coalición que asusta y pone a temblar a Andrés Manuel.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex