¡Vaya fin de sexenio para don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa! Le desaparecen la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), emblema de su guerra contra el crimen organizado y le dan una patada a su titular, Genaro García Luna; le reclaman en los últimos eventos por los 60 mil muertos y en la Procuraduría General de la República (PGR) se pelean, dividen y acusan de nexos con el narcotráfico. La SSP pasa a mejor vida luego de dos sexenios y su extinción anunciada quince días antes del fin de esta administración significa que para el próximo gobierno está reprobada y es un golpe contundente a la estrategia de Calderón. Fue creada por Vicente Fox en 2000 precisamente para separar labores policiacas de la Secretaría de Gobernación (Segob), luego de seis décadas de ser manejada así por el PRI y de ser acusada de espionaje, de utilizar a la policía con fines políticos y de desaparecer a personajes non gratos o incómodos para el sistema. Alejandro Gertz Manero, José Ramón Martín Huerta –muerto al caer su helicóptero; Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna son los cuatro únicos secretarios de Seguridad Pública y con resultados inciertos, cuando menos. El martes 13 –ni te cases ni te embarques, reza el dicho-, Calderón viajó a San Luis Potosí, donde los helicópteros de su comitiva no pudieron aterrizar por mal tiempo y debió cambiar de ruta. Ya en el evento, inauguración de obra, fue increpado por Edith Pérez por el nulo apoyo para dar con dos hijos y tres familiares levantados el 14 de agosto en Ciudad Mante, Tamaulipas, cuando volvían de Estados Unidos. La escena, repetida en su gobierno, trajo a la mente aquella de Ciudad Juárez en febrero de 2010, cuando María de la Luz Dávila le reclamó el asesinato de sus dos hijos junto a 16 jóvenes en Villas de Salvárcar. – Yo no le puedo decir bienvenido, porque para mí no lo es. Quiero que se retracte. Si le hubieran matado un hijo lo buscaría debajo de las piedras, reclamó. – ¡No diga por supuesto, haga algo!, le gritó y Calderón sólo miraba, acompañado por su esposa, Margarita Zavala. Esta ocasión, el aún presidente fue criticado con un “¡Vivimos cien años de soledad!”, lo que le molestó y calientito respondió: – No se vaya, nada más, por favor, porque necesito hablar con usted al final -si es que le interesa su familia-. Yo supongo que sí. Por la noche, en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), de donde se surtió de egresados para llenar su gabinete, el michoacano fue distinguido con el galardón Carrera al Universo -¡órale!- como ex alumno y ahí fue censurado a gritos por ex alumnos, que le reclamaban su guerra y sus 60 mil muertos. El jueves, en Reynosa, Tamaulipas, a donde viajó escoltado por segunda ocasión –la primera fue en septiembre- por aviones Caza F5 para despedirlo como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, fue recibido con mantas y reclamos al inaugurar una obra carretera. “¡Felipe, asesino, ya te vas, llévate tus tropas!”, fue una de la consignas contra Calderón, y el Estado Mayor Presidencial (EMP) debió colocar una barricada para evitar que se acercaran. Y don Felipe, en tanto, ya pasea por Cádiz, España, a donde viajó para asistir a la cumbre Iberoamericana y a los festejos por el 200 aniversario de la Constitución local. De regreso acudirá el domingo a Austin, Texas, para, aprovechando los últimos días de viaje gratis, asistir a la Fórmula 1, donde verá al mexicano Sergio Checo Pérez. ¡Qué tal! Y de remate, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) concluye que, sólo de 2010 a la fecha, 3.2 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza para ser 52 millones ya, además de los 11.3 millones en pobreza extrema. Y en el sexenio acumula diez milloncitos nomás. Ese es el saldo de don Felipe, el presidente del empleo, el de las manos limpias –cambió ese slogan porque no le daba resultados en la campaña-, el del bienestar para todos, el que se atrevió a decir que ganó la presidencia aiga sido como aiga sido.
Cuitláhuac o Cuauhtémoc, ¡qué quemón! Desde que se conoció que Joaquín El Chapo Guzmán infiltró la Procuraduría General de la República (PGR), la cabeza de Cuitláhuac Salinas, titular de la Subsecretaría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) -aiga Seido como aiga Seido-, pendía de un hilo… que reventó el jueves. El fiscal antidrogas fue cesado por la procuradora Marisela Morales Ibáñez. Dicen las malas lenguas que los tumbos en los casos Tres Marías, casino Royale, la infiltración chapista y el caso de Jesús Angel Gutiérrez Olvera, desaparecido por la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), le llenaron el buche de piedritas a la procuradora, al grado de no aguantar ni los quince días que le quedan a la administración y lo cesó, con disfraz de renuncia por motivos personales, al estilo clásico del priísmo que tanto repudian. Salinas era su operador, su coordinador de asesores, su mano derecha, además de que su carrera fue producto del esfuerzo. Bueno, hasta trabajó como ministerio público. El caso es grave, porque envía un mensaje de nula coordinación y armonía en las dependencias responsables de la justicia federal, justo el área en la que Calderón echó toda la carne al asador. ¿Fue tan grave el motivo como para no poder esperar los 15 días que le restan a esta administración?
También a Poiré Mientras, en la Cámara de Diputados, el secretario de Gobernación por accidente –la muerte de Francisco Blake hace un año, exactamente- Alejandro Poiré, sudaba y sudaba en tribuna, donde trepó para exponer la estrategia del calderonismo en contra del crimen. Al joven secretario del Interior –así se le conoce en otros países, aunque con funciones distintas a las de México y las que le devolverá el PRI-, se le ocurrió insistir en que ni se enteraron del operativo Rápido y Furioso, mediante el que Barack Obama, presidente gringo reelecto gracias a sus regalos, según Mitt Romney, envió al menos 2 mil 500 armas a México dizque para seguir la pista a los capos. Diputados de todos los partidos, menos de Acción Nacional, el que lo puso donde está, le recriminaron la guerra y sólo atinó a insistir en que era ahora o nunca y que la falta de éxito es culpa también de los congresistas por oponerse a todo. Heriberto Galindo, Lizbeth Rosas y hasta Alfonso Durazo, ex priísta, ex panista y ex perredista, se tiró a matar. Sólo la traicionera ex perredista, Ruth Zavaleta, hoy con el Verde en la playera, defendió la estrategia pero al equivocarse recibió tremenda silbatina.
Todo el poder a Segob Y en el asunto de la reestructuración de la Secretaría de Gobernación (Segob), la iniciativa de Enrique Peña Nieto desató reacciones a favor y en contra. Para unos significa el regreso al pasado, la vuelta a la era en que bajo el mando del hoy desaparecido Fernando Gutiérrez Barrios la dependencia alcanzó su clímax señalada como la mano que mecía la cuna, opresora, hostigadora mediante la Dirección Federal de Seguridad (DFS) o policía secreta, luego Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional (DGISN) que derivó en el Cisen. Significa, dicen, el retorno a aquellos tiempos cuando la policía era utilizada políticamente en el más estricto sentido de autoritarismo y represión y nadie, sin duda, quiere eso. Basta recordar a Miguel Nazar Haro, director de esa policía, hoy muerto, protagonista de la Guerra Sucia. Para otros representa poner en orden la casa. Devolver a Gobernación ese rol que perdió con la llegada del PAN en 2000 en un afán por terminar con todo lo que oliera a PRI. Ese sector aplaude la decisión, porque uno de los objetivos también es recomponer la cuasi extinta inteligencia oficial, con el desmantelamiento que Fox hizo del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), reducido casi a una oficina de encuestas desde que Calderón colocó ahí al ex director general de GEA ISA, Guillermo Valdés Castellanos, egresado del ITAM pa’ no variar, como premio por aquella encuesta de 2006 que lo puso arriba de López Obrador por primera ocasión en la campaña. El Cisen no existe actualmente y la falta de coordinación entre las instituciones del área de justicia es evidente y grave.
Tapan el hoyo Y al otro que en la recta final de su gobierno le han aparecido fantasmas es a Marcelo Ebrard Casaubon. Cuando todo pintaba pink como en la inauguración de la Línea 12 del Metro, el asesinato del niño Hendrik Cuascuas en una sala de Cinépolis de Iztapalapa por una bala que cayó del cielo lo ha metido en un embrollo del que podría no salir bien librado. Como sucede siempre, hoy milagrosamente las autoridades delegacionales y del Gobierno del Distrito Federal (GDF) se han dado cuenta de que en los festejos patronales locales hay enfermos mentales y criminales que hacen disparos al aire hasta con rifles automáticos AK 47 , ¡imagínese! Literalmente, después del niño ahogado tapan el pozo. El procurador general de Justicia capitalino, Jesús Rodríguez Almeida, está en la tablita. De los resultados de la investigación del asesinato de Hendrik depende que repita en el cargo cuando su compadre Miguel Angel Mancera asuma en el GDF, lo que ocurrirá el 5 de diciembre. El abogado egresado de la Unitec y con posgrado en la UNAM, fue subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales del Distrito Federal hasta enero de este año, cuando Mancera decidió ir por el GDF, apoyado por Ebrard, que tenía flaca a la caballada con Mario Delgado y Alejandra Barrales, rechazados, además, por Andrés Manuel López Obrador. En cambio, el que va en caballo de hacienda es Manuel Mondragón. Ayer Ebrard le dio el empujoncito con su discurso en el Día del Policía. Apúntelo en la lista de Mancera. Congreso de Morena El que anda como niño con juguete nuevo es Andrés Manuel López Obrador. El lunes y martes llevará a cabo en el Plan Sexenal de la colonia Nextitla su Congreso Nacional para elegir Comité Ejecutivo Nacional y dar forma a la estructura con miras a ser partido en 2013. Ahí se aprobará el plan de acción, estatutos y declaración de principios. López pastoreará a los participantes: delegados electos en cada uno de los congresos distritales; miembros del Consejo Consultivo Nacional y del Comité Ejecutivo Nacional electos el 2 de octubre de 2011 y responsables estatales y regionales que participaron como tales durante el proceso electoral de 2012. Todos obedientes a la voz de su jefazo. En el Consejo Nacional habrá 300 integrantes, de los que 96 ya fueron electos en los 31 estados y el Distrito Federal. Así, el Congreso de Morena elegirá a los 204 miembros restantes del Consejo y a su dirigencia nacional con miras a su solicitud de registro como partido político para poder recibir unos cuantos milloncitos de pesos, porque vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Estamos en pleno Buen Fin. albermontmex@yahoo.es twitter: @albermontmex
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