TOLUCA, Méx.- Para que personal médico, administrativo y pacientes adopten el lavado de manos como un hábito cotidiano, a fin de evitar enfermedades nosocomiales, todo el sector salud del Estado de México se une para implementar una estrategia integral en sus unidades médicas.
El secretario de Salud, César Gómez Monge, informó que los nosocomios que cumplan con la “Estrategia del Lavado de Manos” serán certificados, para lo que médicos, enfermeras y administrativos serán capacitados por la Facultad de Medicina de la UAEM, la delegación del IMSS Poniente, la Unidad de Enseñanza Investigación y Calidad del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
“La higiene de manos reduce la transmisión de microorganismos y la incidencia de las Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IACS), disminuyendo así la morbilidad, mortalidad, resistencia antimicrobiana y los recursos en salud”, dijo.
Gómez Monge aseguró que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto iniciativas para fomentar la seguridad del paciente a través de la técnica adecuada del lavado de manos, lo que permite mejorar las prácticas de higiene y disminuye la transmisión de microorganismos patógenos a pacientes y trabajadores del área de la salud.
Indicó que la capacitación en la entidad será de de manera planificada y sistemática por diferentes niveles de atención; con el fin de facilitar la efectividad de su utilización y aplicación, apoyada de diferentes herramientas como manuales y recordatorios en el sitio de trabajo.
“Debemos introducir la higiene de manos como parte de la cultura de la institución para la prevención y reducción de infecciones asociadas al cuidado de la salud. De acuerdo a la OMS, ésta se lleva a cabo a través de cinco pasos o momentos”, señaló.
El titular de la dependencia explicó que el primero se refiere a lavarse las manos con agua y jabón antes de tener contacto directo con un paciente, para la valoración o examinación médica; el segundo antes de realizar una tarea antiséptica o manipular un dispositivo invasivo, a pesar del uso de guantes, como por ejemplo la inserción de catéteres, preparación de alimentos o medicación.
Después del contacto con fluidos o secreciones corporales, como tercer momento, en donde debe limpiarse las manos inmediatamente después de la exposición. El cuarto nos es después del contacto con el paciente, para evitar el contagio a otras personas tanto del hospital como externos.
Y el quinto es importante hacerlo posterior al haber tenido contacto con objetos en el entorno del paciente, luego de tocar cualquier objeto o mueble en el entorno inmediato y al retirarse aun cuando no se haya tocado al paciente.