ARGENTINA.- Un niño de cinco años murió en Argentina, luego de ingerir dióxido de cloro, un potente blanqueador al que se le atribuyen propiedades curativas y preventivas contra el COVID-19.
En un comunicado, las autoridades sanitarias, informaron que un menor de cinco años ingresó al Hospital de Plottier con un paro cardio-respiratorio y, aunque se le realizaron las maniobras de reanimación, el niño murió por lo que se hizo una denuncia policial por muerte dudosa.
Tras interrogar a sus familiares se destacó que el niño, el día anterior, había consumido dióxido de cloro.
El Ministerio de Salud ha recomendado no consumir productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio y derivados.
El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones (Agency for Toxic Substances and Disease Registry [ATSDR], 2004).
El dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan en los tejidos humanos y, si se ingieren, pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemólisis, etcétera.), cardiovasculares y renales.
La inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si se las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional (OMS y col., 1994; OMS, OIT, 2000).