El Gobierno de Israel aceptó el acuerdo con el grupo islamista Hamás para la liberación de 50 secuestrados en la Franja de Gaza, a cambio de la liberación de presos palestinos y una tregua de cuatro días.
Hamás ya había adelantado que “la pelota” estaba “en el campo de Israel” después de que el grupo informara de su posición sobre el acuerdo a los mediadores de Qatar y Egipto.