Joaquín Guzmán López, uno de los cuatro hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, compareció ante la jueza Sharon Johnson Coleman en la Corte del Distrito Norte de Illinois, en Chicago. Durante la audiencia del 1 de diciembre de 2025, modificó su postura inicial y aceptó los cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
Su detención ocurrió en julio de 2024, cuando fue arrestado en Texas junto a Ismael “El Mayo” Zambada. En ese momento, Guzmán López había negado los cargos, pero ahora reconoció su participación en la producción y contrabando de drogas como cocaína, heroína, metanfetaminas y fentanilo.
Los Chapitos y el Cártel de Sinaloa
La Fiscalía estadounidense acusa a Guzmán López de ser parte de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de “El Chapo”. Esta organización heredó las operaciones criminales tras la captura y condena de su padre, quien cumple cadena perpetua desde 2019.
En 2023, Guzmán López y sus hermanos fueron señalados por la justicia de EE.UU. de coordinar un esfuerzo masivo para introducir “cantidades asombrosas” de fentanilo en territorio estadounidense.
Implicaciones legales
Aunque Guzmán López admitió su culpabilidad, la Fiscalía aclaró que su cooperación —incluido el secuestro y entrega de “El Mayo” Zambada— no garantiza beneficios legales inmediatos. El proceso judicial continuará para determinar la sentencia, que podría ser de cadena perpetua, similar a la de su padre.







