CHICHÉN ITZÁ, Méx.- “Kukulkán” bajó una vez más por la alfarda norte de la pirámide de “El Castillo” de esta antigua ciudad precolombina, igual que lo ha hecho desde tiempos remotos para anunciar con su espectáculo natural de luz y sombra que ha iniciado la primavera.
El cielo lució despejado desde muy temprano, y así permaneció prácticamente todo el día, lo que fue un augurio positivo para observar como el Sol formaría uno a uno los siete triángulos de luz que represetan el cuerpo de la gran serpiente con la que los antiguos mayas describian a su dios Kukulkán.
En punto de las 4:24 horas empezó a formarse el primer triángulo isósceles que daria forma al cuerpo lumínico que remata en una gran cabeza de serpiente ubicada en la parte inferior de la alfarda norte y que refleja el inicio del también llamado Equinoccio de Primavera.
Poco más de 12 mil 100 personas que llegaron de todas las latitudes del planeta obtendrían aquello por lo que llegaron hasta esta antigua ciudad maya, y mientras eso ocurría, algunos hacían sonar los caracoles, como se cree hacían los antiguos pobladores de estas tierras al ver bajar al gran dios.
Otros cantaban cánticos en sus respectivos idiomas para recibir a la leyenda, hubo danzas y grupos de música autóctona, limpias con plumas, selfies, foto grupal con los triángulos luminicentes en el fondo, todo en completo orden, según lo confirmarian las autoridades encargadas del sitio arquelógico.
A las 17:18 horas se habían formado los siete triángulos, lo que arrancó expresiones de emotividad y muchos aplausos de quienes emprendieron el viaje para llegar a este lugar y presenciar este espectáculo arqueoastronómico que cada año gana más fama mundial.