El regreso las escuelas programado para el 30 de agosto es otra contradicción del gobierno federal, cuando la tercera ola d Covid-19 y su variante Delta están en pleno ascenso.
Ayer, por ejemplo, se reportaron 789 muertos por coronavirus.
Es la cifra más alta, hasta ahora, de víctimas.
Y así lo confirma el discurso de Andrés Manuel López Obrador y el de la secretaria de Educación, Delfina Gómez Alvarez, quienes en tono de autoridad aseguran que los planteles y los salones estarán abiertos ese día… para los estudiantes que decidan volver a las clases presenciales.
O sea que no será obligatorio.
¿Y qué harán con los alumnos que no regresen, que decidan quedarse en su casa?
¿Acaso van a tener dos maestros del mismo grado y del mismo grupo?
¿La orden será reprobar a los que opten por no ir a las clases?
Porque un profesor no puede, ni podrá, dar clases en el salón y por internet, al mismo tiempo.
A que no habían pensado en eso.
Faltan sólo 19 días para la anunciada reactivación y cientos, miles de escuelas continúan ahí, detenidas, como el reloj biológico que parece no asimilar este más de año y medio confinado.
Es evidente que han hecho coincidir los discursos.
En Estados Unidos, por ejemplo, el inicio del nuevo ciclo escolar se ha dado entre más dudas que respuestas.
Los contagios infantiles, las hospitalizaciones y las muertes son reales y han ido en aumento.
Y eso que Joe Biden se comprometió a tener a todos vacunados el 4 de julio -día de la Independencia estadunidense- y a celebrar una gran fiesta.
No pudo.
Anthony Fauci, una eminencia en epidemiología, lanzó una advertencia por el regreso a las escuelas, porque los niños ni el cubrebocas van a traer puesto y eso a sumado a la polémica.
Hasta Andrés Manuel lo dijo hace un par de semanas:
-Vamos a ser respetuosos. Nada se puede hacer por la fuerza. Pero a ver, los legisladores, que de ganagracia digan “¡No a las clases!”
Porque la gente, por falta de información, y la manipulación de los medios, tan grande, están con la idea de “no voy a regresar a clases”.
Se abren las escuelas, se regresa a clases.
¿No quieren que vayan sus hijos a la escuela?
¡Pues no los manden!
Y ayer Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud, afirmó que no puede decirse que la tercera ola se ensañe con los niños.
¿Y entonces las cifras son inventadas?
El regreso debe darse cuando haya planeación y, sobre todo, cuando las condiciones lo permitan.
No antes.
No pasa nada porque los niños sigan en clases por internet.
Vámonos: La novela del Trife continúa.
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