La fotografía fue tomada el 1 de diciembre de 2012.
Aparecen todos los gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acompañando a Enrique Peña Nieto, el día de su toma de posesión.
De ellos, del llamado nuevo PRI, diez fueron acusados de corrupción, de mal uso de recursos públicos y si no fueron a dar a la cárcel, enfrentaron procesos legales y el descrédito público.
Ese era el nuevo PRI que se promovió en la elección presidencial de 2012 y que dijo saber cómo hacerlo.
Jamás supo y el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 fue consecuencia de ello, además, por supuesto, de la popularidad del tabasqueño.
Los mexicanos, hartos de la sangre, violencia y muerte del lúgubre sexenio de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, quien ordenó la guerra contra el narcotráfico como una forma de legitimarse luego de despojar del triunfo a Andrés Manuel en 2006, se volcaron a las urnas a votar por el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que había sido echado a patadas por Vicente Fox Quesada en 2000, cuando el cinismo de los priístas y sus 72 años de dictadura perfecta colmaron su paciencia.
Peña Nieto presumía que sabía cómo hacerlo.
Rodrigo Medina de la Cruz, de Nuevo León; Roberto Borge, de Quintana Roo; Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz; Andrés Granier, de Tabasco; y, por supuesto, César Duarte, de Chihuahua, detenido apenas esta semana en Miami, Florida, en el marco de la visita de López Obrador a Donald Trump.
El mismo día, mientras se llevaba a cabo el encuentro se conocía de la captura de quien fuera diputado del PRI en San Lázaro.
También aparece Fausto Vallejo, de Michoacán; Rubén Moreira, de Coahuila; y Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas, quien gobernó porque asesinaron a su hermano, Rodolfo Torre Cantú.
Roberto Sandoval, de Nayarit y Mario Anguiano, de Colima .
Todos fueron acusados de diversos delitos e irregularidades, pero la coincidencia es aplastante: el común denominador fue la corrupción, el abuso del poder político, del cargo, del manejo de millones de pesos del presupuesto y del erario.
Algunos, como Vallejo y Sandoval, de estar coludidos con La Familia Michoacana y con El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), respectivamente.
El hijo del michoacano, Rodrigo Vallejo, apodado El Gerber, fue exhibido en reuniones con Servando Gómez Martínez La Tuta, líder de Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.
Vallejo solicitó licencia por un trasplante de hígado y su sucesor, Jesús Reyna, terminó en la cárcel, acusado de nexos con el mismo cártel.
De ese PRI nada queda.
La arrolladora victoria de Andrés Manuel y de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) lo han borrado del mapa.
Un regreso del tricolor en las elecciones intermedias de 2021 es muy poco probable, con todo y los errores y el desplome del gobierno lopezobradorista, en apenas año y medio.
Los priístas están agazapados, temerosos de ser involucrados en casos y acusaciones de corrupción.
Lozoya ya viene
El envío a México de Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), extraditado desde España, ha puesto a temblar a varios priístas y ex funcionarios en el sexenio pasado.
Más aún después de que López Obrador confirmara lo que era evidente y se conocía: Lozoya llegó a un acuerdo con el gobierno mexicano para revelar información del manejo de recursos y de cómo había recibido recursos de la empresa Odebrecht a cambio de promesa de contratos en el nuevo gobierno, allá por 2012.
En las ruinas del PRI nadie quiere levantar la voz, porque saben que están en la mira de Santiago Nieto Castillo, mero mero de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que cualquier cosa que digan podría ser usada en su contra.
Manlio se tira al piso
Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora, diputado, senador y líder del PRI, salió a entregarse a la 4T.
Justo días antes de la captura de Horacio Duarte Jacquez, pidió a sus compañeros del tricolor decir no a proyectos golpistas.
O sea, no unirse al PAN disfrazado de movimiento social para afectar al gobierno de López Obrador
-Estoy muy alejado, es más, soy un crítico contumaz de todos aquellos que desde ahorita están diciendo o quieran instrumentar el quitar al presidente de la República en turno que llegó de manera contundente y democrática ,dijo en un foro convocado por Movimiento Líder, corriente tricolor.
-Un golpismo de esa naturaleza, como el que sucede con algunos hombres, aquí sí tengo que mencionarlo, de derecha sumamente rancia, como las que pululan enmascarados o disfrazados de sociedad civil, la tenemos que denunciar y nos tenemos que alejar, sentenció .
Hay que recordar que en los tiempos de Beltrones al frente del PRI fue justo cuando se acusó a Duarte Jacquez de participar en una triangulación de recursos para apoyar las campañas de la elección intermedia, la de 2015, tras la que el sonorense fue obligado a renunciar a la dirigencia tricolor por la dolorosa derrota.
Vámonos: Seguimos en rojo.
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