La crítica a los gobernantes es pan de todos los días. Más cuando la oposición encuentra en ella su única opción de sobrevivencia política. Sin embargo, hay distintos niveles de crítica y de críticos; en el caso de México, los detractores de la 4T han diseñado un activismo político cuyo fundamento es el manejo de noticias falsas, inventadas y otras tantas inverosímiles. Adicionalmente a esta tendencia de moda, hacen encuestas o falsean estudios donde sostienen, de manera infundada, que México va a la desgracia económica tipo Milei en Argentina o como en Ecuador con el presidente Daniel Novoa.
La realidad o el éxito de su estrategia no ha sido la mejor. De repente, cuando están más furiosos redoblando sus esfuerzos para hablar mal de la presidenta Sheinbaum y su gobierno se publican encuestas que la colocan como la mejor titular del Poder Ejecutivo de México en los últimos sexenios y, en algunos casos, del mundo. Para cerrar el círculo de las malas noticias, la divisa nacional, el peso, se mantiene como una de las más fuertes y estables del mercado financiero.
El error de fondo de la trinchera que han escogido es que diseñan y ponen en marcha acciones que un grupo de notables sugiere o impone tomando café en un escritorio, pero son iluminados que desconocen de lo que hablan y lo peor, construyen un manual con contenidos para dar la pelea en un sistema político que ya no existe. El de ellos terminó. Fue diseñado y tuvo continuidad desde el Maximato y acabó en 2018, con la llegada del Lopezobradorismo. Para que sean una oposición real y con atractivo para el electorado, lo primero que tienen que aceptar es la realidad, entre ellas, su realidad.
Seguir en la ruta que se han trazado solo limita más sus posibilidades de éxito, incluso de su existencia como oposición. Ellos no son la única oposición que existe en el país y están siendo desplazados. En toda democracia, diferir es lo cotidiano y ese simple hecho hace posible la presencia de la oposición. Por otra parte, es urgente que cambien de voceros y de protagonistas. Los que tienen, van a los foros de televisión, a la radio, escriben en los diarios y revistas, pero solo hablan para el que paga, no para los electores a los que tienen que convencer.
Mientras ellos hacen lo mismo que no ha dado resultado, la presidenta Sheinbaum anda de gira cada semana por todo el país hablando de sus logros de gobierno, inaugurando obras, iniciando otras y estrechado sus afectos con las mujeres de cada lugar donde acude. Ella anda en lo suyo, en la calle, en los estados, en los municipios, con las y los gobernadores, con los presidentes municipales haciendo equipo para seguir construyendo el México de la 4T. Mientras sus detractores se alejan del pueblo, ella se acerca más a él y se funde en abrazos significativos para quienes tienen la suerte de estar cerca de ella. No hay frivolidad en su activismo, es claridad de proyecto, visión de país y propuesta política.
Llegamos juntas, llegamos todas, se ha convertido en una idea fuerza de identidad. Ellas aplauden y ahí se fortalece la unión del feminismo actuante. Ella es su representante, es quien las moviliza, es su representante y todas forman un muro solidario en apoyo de la primera mujer presidenta de México.
La presienta Sheinbaum comunica todos los días, ejerce su derecho de réplica y lo hace para conocimiento del pueblo. Ella anda en lo suyo y eso es mantener la mayoría en el Poder Legislativo federal.







