Arturo Zaldívar Lelo de Larrea no conoce la vergüenza.
Pretende engañar a los mexicanos.
Asegura el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que ni sabía del aumento de dos años a su mandato.
No se ría.
Que lo vio en el canal del Congreso.
Así, de ese tamaño.
Luego de una madrugada de once horas en la que Porfirio Muñoz Ledo, diputado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), trapeó los pasillos de San Lázaro con sus pares, como el farsante Gerardo Fernádez Noroña, se aprobó lo que ordenó Andrés Manuel López Obrador, el ex presidente de la Cámara y líder despojado de la dirigencia nacional para dársela con una encuesta patito -de esas que ya conocemos- a Mario Delgado Carrillo, exhibió la podredumbre de los morenistas.
Dos años más, pese a que el artículo 97 de la Carta Magna señala contundentemente que la presidencia de la SCJN es por cuatro años sin posibilidad de reelección.
-No se está violando la Constitución, porque no me están reeligiendo, están incrementando dos años a la presidencia. Es un tema administrativo, dice Zaldívar.
¡Ah, pero expertos en Derecho y en leyes le dicen que es inconstitucional, porque ahí claramente se ordena que la presidencia de la Corte es por cuatro años, no seis.
Que ni sabía
-No, no sabía absolutamente nada del transitorio.
Fue una sorpresa, porque me enteré el mismo día, afirma el juez sobre el madruguete que la bancada de Morena en el Senado, que pastorea Ricardo Monreal Avila, propinó a la oposición.
Luego vendría la Cámara de Diputados.
Ahí coordina a los diputados y les indica cómo votar, Ignacio Mier Velazco, otro arrepentido integrante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La que se aventó el morenista es para que los mexicanos lo recuerden el 6 de junio:
-Entre derecho y justicia, un transformador, un liberador, un revolucionario opta por la justicia.
Claro, la supremacía entre derecho y justicia depende de un pensamiento político e ideológico.
El conservadurismo opta por el derecho.
El liberador opta por la justicia, por la felicidad y por lo que es necesario.
Como periquito, sólo repite lo que dice su AM(L)O.
Zaldívar, tambíén. Ayer lo repitió una y otra vez en diversas entrevistas telefónicas.
Y todavía dice que está asumiendo una actitud institucional.
-Lo que yo voy a hacer es esperar a que este artículo 13 transitorio sea impugnado en la Suprema Corte y que el pleno decida. Yo me voy a excusar.
Quienes critican desearían casi que me envuelva en la bandera como héroe nacional.
En democracia los congresos, los parlamentos, emiten las leyes y estas leyes cuando son impugnadas se analizan y se falla.
Y remató:
-Si la Corte decide que es constitucional, entonces tomaré una decisión, pero hasta ese momento.
Esa decisión se debe tomar de acuerdo con los cauces institucionales.
-Si se ha asegurado que se debe respetar la Constitución, entonces respetemos la Constitución.
Que la Corte decida la constitucionalidad.
Y si eso implica pagar costos, lo haré con gusto.
Y como dicen en twitter:
Si Sergio Mayer -diputado de Morena y bailarín con escasa ropa- es tendencia (popular, pues) entonces todo está dicho.
Vámonos: Hay que aguantar. Nomás falta un poco de agua.
albermontmex@yahoo.es @albermontmex