ECATEPEC, Méx.- Durante más de 40 kilómetros, dos colosos de la Fuerza Aérea Mexicana surcaron las calles de Tecámac y Ecatepec, a fin de llegar a la que será su base final: el Parque Morelos de la Unidad CTM 14, en Ecatepec.
Escoltados por elementos y unidades de la Comisión Estatal de Seguridad y de la Policía Municipal de Ecatepec, las dos aeronaves, un avión Hércules C-130 y el fuselaje de un helicóptero Sikorsky CH-53, emprendieron el viaje a las 23:15 horas desde la puerta principal de la Base Aérea de Santa Lucía.
A lo largo del recorrido, las dos aeronaves viajaron bajo el mando del capitán Teodoro Castelán Martínez, quien se encargó de preparar y desarmar las dos unidades militares, que se encontraban en desuso en la Base Militar de Santa Lucía de la Fuerza Aérea Mexicana.
A su paso, los dos colosos despertaban la admiración de los conductores y peatones, que a esas horas de la madrugada, continuaban en las calles, debido a su gran tamaño y la imponente imagen que mostraban al ser remolcados por tractocamiones.
El avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Mexicana, tiene una longitud de 40.5 metros de largo y un ancho de 34 metros, además de una altura de 11.5 metros.
En tanto, el fuselaje del helicóptero Sikorsky cuenta con una longitud de 28.04 metros, un ancho de 22 metros y una altura de 7.59 metros.
Desarmadas, ambas aeronaves fueron trasladadas en cinco tractocamiones; primero recorrieron la carretera federal Pachuca-México, para entroncar con la Avenida Venta de Carpio.
Cruzando pasos a desnivel, y numerosos puentes peatonales, los dos vehículos aéreos ingresaron a Ecatepec alrededor de la 1 de la mañana del sábado 15 de octubre, tomaron camino por la Avenida Central Carlos Hank González.
A su paso, no faltaron los conductores que decidieran estacionar sus autos, o aprovechar el cruce por las calles estrechas por donde llegaron a Ecatepec, para tomarles o sacarse fotografías con las imponentes aeronaves de fondo.
Ahí, las maniobras se hicieron más complejas, debido a lo estrecho de las calles y el tráfico, que pese a ser de madrugada, había en las vialidades; sin embargo, la pericia del equipo capitaneado por Teodoro Castelán, logró la hazaña de incorporarlas a la avenida Valle del Don, posteriormente a Valle Perdido y llegar, finalmente, a la avenida Valle de Guadiana, hasta “aterrizar”, primero el helicóptero, y después el avión, a la sede del Parque Morelos, en la Unidad CTM 14.
Rafael Posadas, director de Planeación, Proyectos y Construcción de la Secretaría de Infraestructura del Estado de México, explicó que las dos aeronaves, que fueron desarmadas en la Base Aérea de Santa Lucía, serán colocadas en las dos imponentes planchas lúdicas, al interior del parque.
“Ahí serán rearmadas por el equipo del capitán Teodoro Castelán, para que queden en condiciones óptimas para ser admiradas por los habitantes de la zona y los turistas que se quieran acercar a ver estos equipos, que forman parte de la historia, el honor y el valor que imprimieron durante su funcionamiento como parte de la Fuerza Aérea Mexicana”, explicó.
Desde el sábado, agregó Rafael Posadas, el avión Hércules y el fuselaje del Helicóptero Sikorsky comenzaron a ser colocados en la que será su base final, donde durante tres semanas serán rearmados para quedar como en sus años de gloria, cuando prestaron servicio con honor a los mexicanos, en operaciones aéreas y de ayuda humanitaria.