NAUCALPAN, Méx.- En una pequeña vivienda de la zona popular de Naucalpan, vive Loret Betzaida, una niña de 9 años, a quien en 2015 diagnosticaron osteosarcoma, cáncer en los huesos, enfermedad que le ha quitado una pierna, pero no su sueño de ser policía.
Delgada, de voz bajita y una sonrisa tímida que rompe corazones, Loret recibe quimioterapia en el Hospital Infantil Federico Gómez, ubicado en la Ciudad de México, pero su traslado en camión y metro era muy complicado.
Por ello, el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Naucalpan, la apoya con un vehículo que la transporta desde la puerta de su casa al hospital, y de regreso.
“Después de que me quedé sin trabajo tenía que transportarla en metro, y ahí a veces me la aventaban, me empujaban con ella, casi nos tiraban, después cuando nos empezaron a apoyar, fue diferente, porque nos llevan a la puerta del hospital, nos van a traer cuando sale de sus consultas, y para ella es más fácil. La verdad les agradezco que nos hayan echado la mano”, nos cuenta su madre, María González Cisneros.
Loret está consciente de la gravedad de su enfermedad, de lo que puede venir en el futuro, ya que por recomendación de los psicólogos que la apoyan, María no le ha ocultado nada.
Pero a pesar de su gran valentía y fortaleza, a veces Loret flaquea, y no quiere ir a las quimioterapias, porque le duelen mucho los “piquetes” que le hacen para sacarle sangre y hacerle análisis, así como para ponerle el medicamento.
La solución que propusieron los doctores –-explica María– es colocarle un catéter, “porque ya no le hallan venas en sus manos, la pican cuatro o cinco veces, es una tortura para ella”.
Además del transporte, personal del DIF Naucalpan también la ha apoyado económicamente, con despensas y, lo más preciado por Loret, le han regalado cuentos para iluminar, muñecas y un castillo.
Por su parte, la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal de Naucalpan, la nombró policía honoraria y le entregaron un uniforme, con lo que ayudaron a cumplir su sueño.
Loret sabe que hay muchos niños que sufren de cáncer, ella les da aliento: Le tienen que echar muchas ganas, comer muy bien, ir a la quimioterapia, tomar sus medicinas y con ello, sé que van a salir adelante.