Delfina será la coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación en el Estado de México. Se los dije, ¡la maestra será la candidata de Morena! —Pues a trabajar, llamen a todos para mañana. Convoquen a una reunión para ver qué vamos hacer. Hay que buscarle lo que sea para bajarla—. Lo obvio, de esas mentes experimentadas como mediáticas, fue revivir el asunto de los diezmos. Lo movieron por todos los medios posibles, pero esta vez incluyeron una estrategia de mensajes y videos en las redes sociales. Eso fue tanto como descubrir el agua tibia.
Cinco meses después, ya en precampaña, ocurrió otro evento que aprovecharon para aplicar la misma medicina. De nueva cuenta, se reunieron, acordaron y se lanzaron contra la maestra. Solo que esta vez, al equipo rojo se unieron los azules, los amarillos, los azul-turquesa y una amplia gama de colores aliados al proyecto valiente.
¡Ponte chingón eeh! Que todos lo suban a sus redes, hablen con “su gente” para que lo compartan. Hablen con el representante del INE para que aborde el tema y ponga la denuncia. —Tú declaras saliendo de la rueda de prensa; ya está armado todo, te van a buscar los reporteros y exiges que Delfina aclare el desvío de los ochocientos treinta millones de pesos de la SEP—. En el IEEM, que el representante de Nueva Alianza suba el punto y lo denuncie durante la sesión del Consejo General. ¡Vamos con todo!
Y, como la baba del perico, ni huele ni hiede. Al término de las precampañas ninguna encuesta reflejó el impacto de sus estrategias de desgaste en contra de la puntera. Todas las encuestas registraron indicadores favorables a la maestra; el más competitivo y optimista para la coalición valiente la colocó ocho puntos abajo. Y esos mismos del cuarto de guerra que revivieron los diezmos y difundieron el supuesto desvío millonario de la exsecretaria de la SEP recomendaron declarar que estaban peor y que ahora solo están a ocho puntos de alcanzar y ganar. ¿Y las que los ponen hasta quince o más puntos abajo? Bueno, seguramente, esas encuestas están mal hechas, cuchareadas o son pagadas por los chairos.
La respuesta vino desde la mañanera, el foro de comunicación política por excelencia. Ahí, el presidente dio detalles de la honestidad de la maestra. Atajó los ataques, los minimizó a una campaña para afectar a la precandidata de Morena a la gubernatura del estado. “Es una mujer honesta, incapaz de tomar un peso, yo la quiero mucho”. El espaldarazo fue determinante, millones de electores mexiquenses lo escucharon y no hubo necesidad de mayor cosa. Eso dejó en claro que los ataques a la maestra serán respondidos desde el medio de comunicación más cercano al ciudadano, al elector, al pueblo.
Sin drones ni asesores chilenos, el apoyo del presidente se replicó en tiempo real; millones de seguidores formaron un escudo como legión romana y rebotaron las fechas envenenadas de los aliados de la coalición PAN-PRI-PRD-NA. Para colmo, el Alito viene y abraza a la candidata, el juicio de García Luna se sigue alargando; el ocurrente Fox, con una gorra bordada con una hoja de marihuana, sube un video pidiendo a los panistas que apoyen la alianza; uff y recontra uff, ¡ya solo falta que Lilly Téllez salga a declarar algo!
Lo favorable de la precampaña para la coalición valiente, es que ahora saben que enfrentan un adversario que tiene un micrófono todos los días, una pantalla donde difunde sus logros y responde preguntas a periodistas que van por la nota.