Marisela Morales Ibáñez, ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR), será cónsul de México en Milán, Italia, pese a la serie de fracasos en el gobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, que comenzó desde el sexenio de Vicente Fox Quesada.
Su camino en la dependencia está ligado a los también ex procuradores, Rafael Macedo de la Concha, con quien encabezó casos clave como el desafuero de Andrés Manuel López Obrador en 2005, y Eduardo Medina Mora, con el que armó El Michoacanazo, cuando se detuvo a 33 alcaldes y funcionarios del gobernador perredista Leonel Godoy, sólo para ser liberados a unos meses.
En 2008, al frente de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), hoy SEIDO, investigó a su antecesor, Noé Ramírez Mandujano, por nexos con el narcotráfico y liberado apenas hace unas semanas.
El encarcelamiento del general Tomás Angeles Dauahare, ex subsecretario de la Defensa acusado de ligas con el narcotráfico, dejado en libertad recientemente, y la exoneración de la secuestradora francesa Florence Cassez, aparecen en esa lista.
Asimismo, la aprehensión y liberación de Jorge Hank Rhon en su casa, por acopio de armas, y el caso Tres Marías, donde agentes de la Policía Federal de otra joya del calderonismo, Genaro García Luna, emboscaron a dos elementos de la Agencia Central de Inteligencai (CIA, por sus siglas en inglés) en Tres Marías, entre otros.
En la docena trágica del Partido Acción Nacional (PAN) en Los Pinoles, la PGR se utilizó como en los tiempos del Revolucionario Institucional (PRI) contra adversarios y, en la mayoría de los casos, fracasó por falta de solidez en las acusaciones.
“Creo que el balance de su gestión refleja a una gente comprometida con su trabajo; una gente que hizo esfuerzos importantes en materia de seguridad y que fue valiente y entregada en enfrentar sus responsabilidades. Estamos seguros de que con esa capacidad podrá dar buenos resultados”, aseguró muy seguro el jueves José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores y subsecretario y secretario de Hacienda… con Calderón.
Luego de que hasta su sucesor en la PGR, Jesús Murillo Karam, asegurara que encontró la dependencia destrozada y que si había elementos para fincar responsabilidad legal por los casos señalados, en los que la dependencia se desistió por falta de elementos, se haría, se premia con el exilio a la ex procuradora.
La operación se llevó a cabo al viejo estilo tricolor: enfriarla, enviarla al olvido, de donde podría volver en unos años a un cargo. Una embajada, lo más recomendable.
Cese tardío
El cese de Humberto Benítez Treviño de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por el escándalo de su hija Andrea Benítez, famosa como #LadyProfeco es tardío.
Intenta enviar la señal de que no se tolerarán abusos y que el presidente no tiene amigos, tal como lo dijera Enrique Peña Nieto en un discurso de septiembre de 2012, pero llegó tres semanas tarde.
Fue un error de reacción y estrategia. Hubiese sido más sencillo removerlo de inmediato, enviarlo a la banca con la promesa de regreso meses después en algún otro cargo, y terminar con la polémica en las redes sociales y en los medios.
Su salida estaba cantada, pero la lealtad, la amistad y la cercanía pesaron para que se le intentara salvar, con un desgaste innecesario. Los errores de Benítez Treviño sucedieron hasta que fue insostenible y se convirtió en un punto negro para la imagen del gobierno federal, que no de la Profeco, como se dijo.
Fue una oportunidad de enviar un mensaje contundente de que el gobierno no permitirá abusos, prepotencia ni corrupción y que, efectivamente, este es un nuevo PRI, pero no se hizo, cuando menos a tiempo.
“El Presidente de la República, al considerar que este caso ha dañado la imagen y prestigio de la institución, ha ordenado la remoción del cargo del procurador federal del consumidor”, dijo Miguel Angel Osorio, secretario de Gobernación, en conferencia, asumiendo el rol de jefe de gabinete, que disputa con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Pero he aquí la clave: dejó abierta la puerta para que El Maestro, como le llaman en el primer círculo del presidente, regrese, como suele suceder, al deslindarle:
“Es importante destacar que estas investigaciones determinaron que el titular de la Profeco no ordenó ni participó de los hechos y que, en consecuencia, no tiene responsabilidad administrativa en los mismos.
“Con independencia de los hechos que motivaron esta determinación, el Gobierno de la República hace un reconocimiento a la amplia y profesional trayectoria que ha tenido el doctor Humberto Benítez Treviño en diferentes órdenes de Gobierno y también, por supuesto, responsabilidades legislativas. A él todo nuestro reconocimiento”.
Lo corren, pero lo exoneran.
Benítez en lugar de ofrecer disculpas y su renuncia, hasta se atrevió a decir que por su mente jamás pasó la idea de dejar la Profeco y que el restaurante ni siquiera fue clausurado y que si estuvo cerrado fue por decisión de sus propietarios. O sea, un “¿de qué se quejan?”.
¿Recuerda lo sucedido con el diputado tricolor Francisco Moreno Merino en marzo de 2012? El diputado misógino, como se le llamó, perdió la candidatura a senador por una declaración contra las mujeres.
“No hay caballo fino que no tire a mula, ni mujer bonita que no llegue a meretriz, ni hombre bueno que no tire a penco”, dijo Moreno Merino en reunión con el director del ISSSTE, Sergio Hidalgo Monroy.
Al convertirse en un foco de riesgo para la campaña presidencial, el PRI lo envió… a la banca.
El morelense se disciplinó, con molestia, cierto, pero su sacrificio le valió ya que en diciembre de 2012 fue nombrado por el presidente titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), donde hoy despacha feliz y sonriente.
¿Por qué hasta ahora?
Casi seis meses después de asumir, el gobierno federal decidió enfrentar la crisis de seguridad, social y política, en Michoacán, que vive en la ingobernabilidad, con el envió de un mando militar.
El cambio de discurso con la eliminación de las palabras guerra, decapitados, levantón, daño colateral y hacer como que no sucede nada no fue suficiente para que la violencia y las ejecuciones disminuyeran en un país convulsionado por la guerra que comenzó Calderón en 2006, precisamente en Michoacán, su tierra, y que arrojó 70 mil muertos y 30 mil desaparecidos.
“Son sólo 3 de 113 municipios los que están así”, dijo increíblemente el gobernador interino, Jesús Reyna, mientras el electo en las urnas, Fausto Vallejo, tiene licencia por una enfermedad que se niega a revelar, pero que parece letal.
La disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros Templarios, escisión de La Familia Michoacana, tiene a Michoacán al borde de una guerra civil.
Michoacán se asfixia por la ausencia de su gobernador, la lucha de cárteles, los grupos de autodefensa, la crisis magisterial y normalista, la salida de empresas por la violencia, la suspensión de actividad económica en esos municipios conflictivos, la falta de recursos financieros y el abandono del gobierno federal.
El general brigadier Alberto Reyes Vaca llegó el jueves y ayer nombró a tres militares más, que le ayudarán. La receta calderonista se repite.
Así, el coronel de infantería, José Luis Castro Herrera, es subsecretario de Seguridad Pública; el coronel de infantería, Samuel Narez Hernández, es subsecretario de Prevención y Reinserción Social, y el teniente coronel de infantería, Eduardo Navarrete Montes, es director de la Policía Territorial y de Caminos.
Madero vs Calderón (Cordero)
Pleito casado el de Gustavo Madero, líder del PAN, porque no le gustó que Ernesto Cordero, coordinador de los senadores del albiazul y alfil de Felipe Calderón, le hiciera ruido con un proyecto alterno de reforma política.
El martes, el chihuahuense rencoroso decidirá si remueve a Cordero, porque es su facultad como presidente del partido, por su indisciplina y hacerle sombra.
El motivo es la oposición del frustrado candidato presidencial, azuzado por Calderón, a quien sirve aún, al entreguismo barato de Madero al gobierno federal, al pacto por México y a todo lo que huela a PRI.
El control del partido mediante el próximo relevo en la dirigencia partidista, es el trasfondo del asunto.
Vía twitter, los senadores calderonistas le apoyaron. Javier Lozano, Roberto Gil, Mariana Gómez del Campo y la ex primera hermana, Luisa María Calderón, Cocoa.
Una noche de copas
“Fue una noche de copas, una noche loca”, dice la canción de la cubana María Conchita Alonso.
Y aplica a la perfección para Andrés Granier, ex gobernador de Tabasco, quien alardeó pasado de copas –él lo dijo-, su gusto por los trapos.
Su guardarropa es la envidia de las mujeres, quienes acumulan prendas y zapatos.
Y mire que tener mil camisas, trescientos trajes, cuatrocientos pares de zapatos –de 300 dólares (unos 4 mil pesos) para arriba en promedio-, mil pares de tenis y una que otra bermuda –no lo dijo, pero seguramente-, no es delito… siempre y cuando no se hayan adquirido con dinero público. “Estaba pasado de copas y como hombre lo reconozco. Sólo alardeaba”, dijo. ¡Qué tal!
Aguirre despide a ¡17 del gabinete!
Como muestra de la crisis de su administración, el gobernador perredista de Guerrero, pero de corazón tricolor, Angel Aguirre Rivero, cesó a diecisiete colaboradores en un intento por enderezar el rumbo.
Y como en Michoacán, a Seguridad Pública llega un miembro de las Fuerzas Armadas: el almirante Sergio Javier Lara. Hasta ahí, todo bien, pero, citando lo antes escrito, resucitó a Alberto López Rosas, procurador cesado y perseguido judicialmente por el caso Ayotzinapa, en el que murieron dos normalistas el 12 de diciembre de 2011.
¿Para qué hacer ruido si lo que se pretende es sanear su imagen?
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