CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Por su extraordinaria capacidad para interpretar cualquier personaje, lograr escenas memorables en el séptimo arte e influenciar de manera profunda en las generaciones posteriores, Marlon Brando continúa siendo “El mejor actor de cine de todos los tiempos”.
Será este 3 de abril cuando se conmemore el 94 aniversario del natalicio de quien marcó un antes y un después en la actuación fílmica de Hollywood.
Aunque ocho veces fue nominado al codiciado premio Oscar, lo ganó en dos ocasiones como Mejor Actor por “Nido de ratas” (1954) y “El padrino” (1972). Sin embargo, rechazó éste último durante la ceremonia número 45.
En su lugar subió Sacheen Littlefeather, joven de origen nativo estadunidense y activista por los derechos de su pueblo. Fue una manera de protestar por el trato que Hollywood les daba y por la masacre de Wounded Knee.
Tiempo después Marlon Brando declaró a los medios que le pareció absurdo asistir a la entrega.
“Resultaba grotesco festejar a una industria que había difamado y desfigurado sistemáticamente a los indios norteamericanos a lo largo de seis décadas, mientras en aquel momento 200 indios se hallaban sitiados en Wounded Knee”.
Esa acción fue tan sólo una de varios momentos de escándalo y asombro que Marlon Brando protagonizó en su turbulenta vida personal con su eterna rebeldía y su talento prodigioso.
Nació el 3 de abril de 1924 en Omaha, Nebraska. Sus padres fueron el productor de cine Marlon Brando y la actriz Dorothy Pennebaker. Tuvo dos hermanos, entre ellos la también actriz Jocelyn Brando.
Padeció la férrea disciplina de su padre y el alcoholismo de su madre, quien falleció a temprana edad.
Desde muy joven actuar era lo único que le importaba. Le gustaba observar los gestos de la gente e imitarlos hasta el extremo. Debido a su rebeldía, fue expulsado de varios colegios hasta que halló su propio camino en la The New School de Nueva York y después en el famoso Actor’s Studio.
Luego de varias intervenciones en teatro, su primera aparición en el cine fue en 1950 a través de la película “The men”. Para preparar a su personaje, un veterano de guerra que terminó discapacitado, Brando pasó un mes en un hospital militar.
Con esa experiencia Brando trajo nuevos niveles de realismo a la pantalla, pues se sumergía de manera total en la psicología del personaje hasta vivirlo o sufrirlo. De esta manera, se convirtió en paradigma del método Stanislavski.
A través de la actuación logró canalizar las desgracias que padeció en su infancia y juventud con sus padres. No tuvo miedo en mostrar la ira, la sensibilidad o la naturalidad, por ello es que se convirtió en un rostro iconográfico del cine.
Fue guía y mentor de actores como James Dean, Paul Newman, Robert De Niro, Sean Penn, Al Pacino y Gene Hackman.
El éxito le siguió en “Un tranvía llamado deseo” (1951) por la que por primera vez fue nominado al Oscar como Mejor Actor y después por “Viva Zapata”, “Julio César” y “On the Waterfront”. Ésta última le dio su primera presea.