Esta semana es crucial para el futuro político y económico
de México.
Dos hechos claves se resolverán el mismo día, mañana 5 de noviembre:
La votación en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) del proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá que ofrece una salida inteligente a Claudia Sheinbaum Pardo y evitar una crisis institucional y constitucional y la elección presidencial en Estados Unidos con Kamala Harris y Donald Trump en las boletas.
El integrante del máximo tribunal en México propone invalidar la elección de jueces y magistrados y mantener la de los ministros de la SCJN.
Asimismo, eliminar la figura de jueces sin rostro.
Pero hay un pequeño detalle: Sheinbaum Pardo obedece las órdenes de Andrés Manuel López Obrador y éstas no contemplan moverse ni un milímetro de su radical posición.
Ahí es donde surgirán las crisis institucional y constitucional, porque si los ocho ministros que ya renunciaron votan a favor del proyecto de González Alcántara y Sheinbaum Pardo, como es evidente, desacatará, el mensaje al exterior será devastador.
Y todo por una venganza, una obsesión enfermiza de Andrés Manuel por demostrar quién manda y acabar con Norma Lucía Piña Hernández, la ministra que se atrevió a buscar la presidencia de la Corte y dejar en ridículo a Yasmín Esquivel Mossa, la plagiaria de las tesis de licenciatura y doctorado, su candidata.
¿Lo recuerda?
Mientras, Ricardo Monreal Ávila, otro que anda en el piso entregado ciegamente al gobierno federal, pese a que sabe -porque lo sabe- asegura que este lunes se emitirán las convocatorias para la elección de jueces, magistrados y ministros.
Así, fast track, porque hay prisa, porque hay que quedar bien con el señor López Obrador, porque nada importa más, ni perder la dignidad, con tal de tener contento al señor que se fue a La Chingada -el rancho que le regalaron sus padres en Palenque, Chiapas- hace más de un mes cuando dejó su palacio de la época colonial
La molestia y decepción de los impartidores de justicia por la arbitrariedad de cesarlos, de dejarlos sin empleo sin importar su carrera judicial, es tal que de mil 700 cargos en juego 859 ya declinaron y 721 se apuntarán para participar en la tómbola, como en la lotería.
Uno de los aspectos que se va a revisar es la procedencia con relación de la SCJN de quien la puede ayudar y si la Corte tiene facultad para promover una acción de consticionalidad.
Kamala Harris o Donald Trump
No sólo se trata de una mujer y un hombre, natural y lógicamente distintos.
Se trata de plataformas distintas y de una relación teóricamente menos complicada con Estados Unidos y una absolutamente difícil.
Ella, demócrata, vicepresidenta actual y con la línea de Joe Biden, y él, ex presidente y con una visión absolutamente radical, clasista, racista y xenofóbica.
Con la revisión del TMEC -tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos- en puerta, el panorama no es fácil en ninguno de los dos escenarios.
Mañana se decidirán las elecciones más cerradas en la historia de Estados Unidos, según las encuestas.
El trato a los mexicanos, a los latinos -como les llaman allá- es distinto también, aunque la coincidencia es que ambos, finalmente, deportan a miles de indocumentados, incluidos, por supuesto, los mexicanos, que buscan un futuro mejor que en su país no encuentran.
Esas estupideces de López Obrador de bendecir a los connacionales que se van a trabajar al exterior, principalmente Estados Unidos, porque cada mes rompen la marca de remesas debería darle vergüenza porque sólo significa que más mexicanos se van en busca de lo que su país no les da: empleo y una vida digna.
¿Verdad que es crucial este martes para los mexicanos?
Vámonos: Cuánta razón tenía López Obrador, cuando se negó a acudir a Acapulco, Guerrero, tras el golpe de los huracanes Otis, en 2023, y John, el mes pasado.
-No voy, porque le podrían faltar al respeto a la investidura presidencial, decía.
Y después de ver cómo les fue a Letizia y a Felipe, los reyes de España, a los que arrojaron todo a su paso, incluido lodo.
-¡Asesinos!, ¡Asesinos!, les gritaban los habitantes de la zona donde en Valencia, España, lluvias súbitas inundaron y arrasaron todo a su paso, con saldo de más de 230 muertos y decenas de desaparecidos.
Obvio, es sarcasmo.
López Obrador es el peor presidente que ha tenido México al menos en ocho sexenios más recientes.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex