¿Más abrazos y no balazos?
¿Los delincuentes también son seres humanos?
Las amenazas del Cártel Jalisco Nueva Generación a medios de comunicación y periodistas y todavía exigir respeto superan cualquier cosa.
Es un nuevo desafío, un nuevo reto, en el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo y donde han asesinado a 141 comunicadores desde el año 2000.
Poco a poco se ha escalado y se han roto y violado los códigos.
Los criminales se dieron cuenta de que pueden desafiar al Estado y no pasa nada.
Felipe Calderón se fue al extremo con su estúpida guerra sin planeación contra el narcotráfico y el crimen organizado, Enrique Peña Nieto se volteó y se dedicó a las reformas, hoy extintas, y Andrés Manuel López Obrador se ha ido al otro extremo: ha permitido la impunidad, ha dejado a los malandros hacer lo que quieran.
El país está en manos de los delincuentes.
Aunque lo niegue el presidente.
Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Jalisco, Tamaulipas, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo.
¿Lo ve?
A diario matanzas, masacres de esas que dice ya no existen.
Tan sólo el fin de semana murieron más de 50 en Guanajuato, donde Diego Sinhue Rodríguez, del Partido Acción Nacional (PAN) es un fracaso como gobernador.
Pero Morelos con el otro petardo e ignorante Cuauhtémoc Blanco no se queda atrás. Y qué decir de Miguel Barbosa, en Puebla.
Las amenazas directas a Azucena Uresti, a Milenio, a El Universal y a Televisa alcanzan ya un grado de impunidad incalculable.
El poder del crimen creció, paradójicamente, en el sexenio de Calderón, cuando en un afán por legitimar su 0.56 por ciento con el que robó la presidencia a López Obrador decidió enviar el 10 de diciembre, apenas una semana después de asumir, al Ejército a -¿dónde más?- Michoacán.
Y los códigos, reitero, se rompieron.
No tocar a las familias ni matar niños ni mujeres es cosa del pasado.
Ayer, el gobierno federal dio apoyo a Uresti y la incorporó al mecanismo de protección a periodistas.
Será insuficiente.
Si El Mencho, líder del CJNG, se atrevió a ordenar el atentado en contra de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la CDMX, en junio de 2020, en las Lomas de Chapultepec, imagine lo que es capaz de hacer con cualquiera.
No hay forma de que la seguridad de Uresti esté garantizada.
En pleno corazón de la CDMX atacaron a García Harfuch.
Fusiles de asalto, Barret, lanzagranadas y bombas de fragmentación .
Dos escoltas muertos y él, herido.
Esa idea de que el entonces Distrito Federal era una especie de isla, segura y en donde por ser sede de los tres poderes de la Unión y existen más de cien mil policías los cárteles no operaban es sólo eso: una falacia, una utopía.
Están aquí y aquí operan.
En el gobierno de Miguel Angel Mancera quedó claro, aunque él siempre lo negó.
El levantón de doce jóvenes en el Heavens de la Zona Rosa, en 2013 lo confirmó.
Y El Ejército, la Guardia Nacional no pueden responder. Está prohibido.
Son humillados, abusados.
El gobierno de Andrés Manuel ya no puede mantener esa posición de poner la otra mejilla.
Tiene que actuar y responder ya o el daño será irreversible.
HR Ratings apapacha a Metepec
Gabriela Gamboa mantiene el rumbo de Metepec, en el Estado de México.
La calificadora HR Ratings mejoró la evaluación del municipio de AA+ a AAA .
Líder en Edomex y a nivel nacional en los primeros sitios.
Gandallas en la UACM
El sindicato de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (SUTUACM) es agandallado por la rectora Tania Rodríguez Mora.
Hasta perito ya opera para ver si aplicaron bien el incremento del salario del 2020 , porque el incremento del 3.4 por ciento de 2020 lo borraron, lo desaparecieron. No existe… para ella y ellos.
Vámonos: Vacunas y prevención, las únicas opciones.
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