A 20 años del descubrimiento de la presencia de arsénico en muchas fuentes naturales de agua en Bangladesh, más de 20 millones de personas aún beben agua contaminada, sin que el gobierno haya tomado medidas adecuadas para proteger a la población.
En un informe publicado en Dacca, Human Rights Watch (HRW) denunció que la inacción del gobierno de Bangladesh hace que unos 20 millones de personas, sobre todo de zonas rurales, sigan bebiendo agua con altos niveles de arsénico que causan miles de muertes al año.
Según el investigador de HRW, Richard Pearshouse, unas 43 mil personas fallecen anualmente en Bangladesh debido a dolencias relacionadas con la ingesta de agua contaminada con arsénico como cánceres de pulmón o vejiga y enfermedades cardiovasculares o pulmonares.