CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- Se sientan juntos, una al lado de la otra, no se conocen pero compartirán el viaje.
Es la estación Insurgentes del Metrobús, horas después del fin de la Jornada Nacional de Sana Distancia -30 de mayo- y la mayor parte del país permanece en semáforo rojo de alerta sanitaria.
Pareciera que el COVID-19 no amenaza a la capital. Los viajeros no respetan una de las recomendaciones fundamentales para evitar su propagación: alejarse de las personas. Impera el desdén a distanciarse físicamente un metro y medio de la otra persona.
Para Martha Robledo, una recepcionista que viaja de la estación Júpiter -Línea 3- a Reforma -Línea 7-, el distanciamiento físico no se respeta ahora, pero tampoco antes.
“El gobierno ha dicho muchas cosas, que debemos de protegernos, pero mucha gente no lo hace, es por esto que se está alargando más y más y más. ¡Ve el transporte! Veníamos el viernes uno encima de otro. Eso no es nada sano. Yo ya soy una persona mayor y, obviamente, por necesidad tengo que salir a trabajar. La verdad me gustaría que pasara más transporte o no sé”, se queja.
Con información de Notimex