WASHIGTON, EU.- Michael Cohen, el exabogado personal del presidente estadounidense, Donald Trump, entró este lunes en una prisión federal de Nueva York tras ser sentenciado en diciembre a una condena de tres años y, justo antes de dirigirse a la cárcel, aseguró que “queda mucho por contarse”.
“Queda mucho por contarse y ansío que llegue el día cuando pueda compartir la verdad”, dijo Cohen a los medios de comunicación en la entrada de su edificio en la ciudad de Nueva York, antes de entrar a su coche con dirección al correccional de Otisville, a 113 kilómetros al noroeste del Estado de Nueva York, que sobre todo recibe a los conocidos como “criminales de guante blanco”.