La disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros
Templarios, escisión de La Familia Michoacana, tiene a Michoacán al borde de
una guerra civil.
Y no exagero.
La respuesta de los habitantes de al menos cinco municipios colindantes con
Jalisco, principalmente en La Ruana, Buenavista Tomatlán, y Tepacaltepec, ha
sido la conformación de grupos de autodefensa, que advierten sobre el dominio
de esos cárteles.
A la ya de por sí grave crisis de seguridad debe sumarse la ausencia del
gobernador priísta, Fausto Vallejo Figueroa, por una enfermedad que no ha
revelado, pero que vox populi dice es cáncer de próstata, la poca eficacia del
interino Jesús Reyna García, la salida de decenas de empresas por la violencia
y el abandono del gobierno federal.
Inexplicable, por ser una administración priísta, lo que implicaría respaldo
del gobierno federal, porque cuando gobernaba el estado Leonel Godoy Rangel,
del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y a México, Felipe de Jesús
Calderón Hinojosa, la asfixia financiera y el acoso judicial y policiaco
–Michoacanazo- tenían explicación electoral y política.
Apenas el 27 de abril, grupos armados atacaron a esas policías comunitarias en
Tepalcatepec y Felipe Carrillo Puerto, con saldo de diez muertos y siete
lesionados.
Apatzingán, Aguililla y Uruapan tienen sus grupos de autodefensa y el terror se
apodera de sus habitantes, quienes aunque en pie de lucha, temen que en
cualquier momento los cárteles del narcotráfico lancen una ofensiva en su
contra.
Las escenas con comercios, escuelas y empresas cerradas son alarmantes. Las
empacadoras de limón, principal actividad económica de la zona, han cerrado y
en algunos casos desaparecido porque fueron destruidas y quemadas por ese
narcoestado, sin que la Procuraduría General de la República (PGR) de Jesús
Murillo Karam o la Secretaría de Gobernación de Miguel Angel Osorio Chong, a
través de su sistema de Seguridad Pública, hagan algo.
A esto, se suman los desaparecidos. El fúnebre sexenio de Calderón provocó
cuando menos 30 mil, aiga sido como aiga sido.
Y ayer, en el Día de las Madres, un grupo de éstas que perdió a sus hijos,
marchó para denunciar el abandono en que están, mientras Lía Limón, ex diputada
por el PAN , priista y hoy subsecretaria de Gobernación, suelta sin recato que
ni fecha hay para la depuración de la lista de desaparecidos. ¿Qué tal?
De entre esas madres destaca un grupo de Pajacuarán, Michoacán, comunidad que
se dedica a la compra venta de metales, pedacería de oro y plata, con al menos
40 desaparecidos. Muchos, familiares.
Diez mantienen una huelga de hambre frente a la Procuraduría General de la
República (PGR), que ni las ve ni las oye, citando a un clásico.
Michoacán es un Estado fallido y con la sociedad, cuando menos un sector
focalizado, levantada en armas. ¿Hasta cuándo?
Menos muertos o percepción
Y en el clima de percepción inducido, medios que dejan de publicar hechos de
violencia y un gobierno que sugiere la no utilización del lenguaje del crimen
organizado y desorganizado, ayer se dio a conocer que el número de ejecuciones
o muertes por hechos de narcotráfico descendió 18 por ciento desde que hubo
cambio de inquilino en Los Pinos.
Del 1 de diciembre de 2012 al 30 de abril de 2013 “se registraron 5 mil 296
homicidios (…). En los últimos cinco meses de la administración anterior (la
cifra) alcanzó 6 mil 432”, informaron las secretarías de la Defensa, Marina
Armada, PGR y el Consejo de Seguridad. Política ficción, citando a otro
clásico.
Gendarmería o sólo cambio de nombre
Históricamente, con todo relevo de gobierno llegan también los cambios de
nombre a programas y estrategias, que suelen ser las mismas.
No hay políticas transexenales ni respeto entre gobernantes. El que se va, deja
una red, un programa, y el que llega lo deshace.
En ese sentido, el peñanietismo arma una nueva estrategia de seguridad que
contempla la anunciada gendarmería, propuesta del asesor externo colombiano
Oscar Naranjo, que tendrá en sus filas 8 mil 500 soldados y mil 500 marinos.
¿Es lo mismo que lo mesmo? Sí
La Policía Federal de Genaro García Luna Productions se integró con elementos
del Ejército Mexicano, desde la mismísima época de Fox, y creció de seis mil a
36 mil elementos y así continuará. ¿Hay cambio? Sí, de nombre. Es otra
agrupación, pero con bases similares. Su debut, el 16 de septiembre. Serán
entre Policía Federal y Gendarmería 110 mil elementos al finalizar el sexenio.
No trabajo para Peña: Sota
Alejandra Sota, vocera en la recta final de Calderón cuando presidente, asegura
que no trabaja para el gobierno de Enrique Peña Nieto y que no ha recibido
contrato alguno.
“No he recibido contrato y lo puedes checar en la función pública o en el
IFAI”, me dijo Sota en un restaurante de La Condecci (Condesa).
Después de asistir al foro organizado por la Universidad Iberoamericana (Ibero)
en el famoso piso 51 de la Torre Mayor, en Paseo de la Reforma, donde expuso
junto a algunos voceros de los ex presidentes Luis Echeverría, José López
Portillo, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique
Peña Nieto, cómo y por qué se toman decisiones en comunicación oficial, “La
pinche Sota” –Josefina Vázquez Mota dixit-, acudió con un grupo de amigos a
comer.
– El presidente ya no usa BlackBerry y ya no estamos en contacto todo el tiempo
como antes.
– ¿Y qué tal con el gobierno de Peña? Porque te han visto por ahí en Los
Pinos, como buscando chamba.
– No, de ninguna manera. Tengo una consultora –Integra-, pero nada que ver con
el gobierno de Peña. Estoy cumpliendo con el año obligatorio, que en mi caso no
aplica.
– ¿Etica o lealtad?
– Ambas. Sería incongruente. Hace apenas cinco meses defendía la estrategia del
presidente Calderón y ahora estar con otra.
– ¿Y qué tal el foro?
– Excelente, no cabía un alfiler. Y bueno, yo expuse cómo el presidente enfrentó
su responsabilidad sin evadirla: combatir al crimen aunque el costo fuera alto.
Sota, responsable en gran parte de la estrategia de comunicación del
calderonismo –quien le dio un llegue, por cierto, en la más reciente
conferencia en Harvard, donde se refugió tras su estúpida guerra, al asegurar
que faltó difundir más sus logros, se dice dedicada a la consultoría,
exclusivamente.
Duarte y Páramo
¡Qué manera tan baja de sacudirse la presión por el asesinato de dos jóvenes,
independientemente de si estaban o no atrapados en el mundo de las drogas!
César Duarte Jacquez, gobernador de Chihuahua, filtró a los medios de inmediato
que la muerte de los dos hijos de David Páramo y Martha González Nicholson, se
debió a una deuda de diez mil pesos por narcomenudeo.
Duarte trata de zafarse por la violencia no superada en el estado y lo hace de
una manera acostumbrada por los gobiernos: criminalizar a las víctimas.
PAN y PRD están a la caza
Mañosamente, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática
(PRD) anuncian que la reforma financiera, esa que dará más créditos con menos
intereses, pero dará más armas a los banqueros para enriquecerse aún más, se
discutirá hasta el próximo periodo ordinario de sesiones… o después de las
elecciones del 7 de julio.
El revivido pero agonizante Pacto por México podría ser desconectado finalmente
una vez que se conozcan los resultados en las urnas. De Baja California, donde
el PAN ha sido gobierno 24 años, depende que el bipolar líder, Gustavo Madero
Muñoz, decida continuar o abortar.
Mientras, el otro bipolar, Jesús Zambrano, integrante de Los Chuchos, firma
sonriente adendums –añadidos- al documento, pero critica y amenaza al otro día.
“Lo que tenemos es una banca usurera y agiotista. Moderno agiotismo”, dijo en
la presentación de esa reforma… y firmó. Así se las gastan.
Cinismo de Graco
Y el cinismo se da en todos los partidos y todos los colores.
¿Quién se siente Graco Ramírez, gobernador de Morelos emanado del PRD?
El político que traicionó a López Obrador y hasta asegura ser más popular que
él, gastó de las arcas públicas –si fuera de su bolsillo a ver si lo hacía- sin
licitación, seis millones de pesos en remodelar sus oficinas hasta con vidrios
blindados. Y lo justifica.
Igual de cínico que Humberto Benítez Treviño, titular de la Profeco y la
defensa de su hija con la clausura del Maximo Bistrot. “Nunca pensé en
renunciar”. ¿A poco?